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Candente actualidad de las memorias de un exiliado
Rubén Pérez Moreno: Hierro candente: Estudio crítico de la autobiografía de Eleuterio Blasco Ferrer. Zaragoza, Rolde de Estudios Aragoneses, 2024.
Rolde ha publicado este libro a propuesta del Ayuntamiento de Molinos (Teruel), custodio del legado de obras y documentación del escultor Eleuterio Blasco Ferrer, que se vio incrementado en 2022 por la donación de cuatro cuadernos en los que el artista había manuscrito, quizá hacia 1950, un sincopado relato autobiográfico en español y francés. Su principal estudioso, Rubén Pérez Moreno, quien ya le había dedicado su tesis doctoral, un libro y múltiples artículos, se ha encargado ahora de transcribir y comentar ese texto breve y lleno de lagunas argumentales, en una edición crítica que verdaderamente es digna de tal calificativo, pues se percibe en él un mayor distanciamiento respecto al protagonista de sus investigaciones. Hasta ahora había destacado la militancia anarquista en Cataluña de este artista republicano y su activismo entre los círculos de exiliados en Francia, aunque ya había hecho notar tímidamente su extrañeza ante las colaboraciones del artista con iniciativas culturales de la embajada franquista en París; pero ahora no puede evitar mostrar su decepción por la reiterada autodescripción como artista "apolítico" en este curioso relato, cuyo argumento reiterado es describir la pobreza extrema que padeció y cómo llegó a abrirse camino en el moderno sistema artístico francés. Quizá sean verdad todas las penurias de su padre alfarero, que nos hacen disculpar su brutal personalidad y ponen de realce la bondad de la madre; pero Eleuterio exageró mucho al describir como primeras producciones infantiles algunas esculturas en barro y chapas de su etapa de formación en Barcelona, donde tanto le influyó la obra de Gargallo, a quien hace mención en estas memorias, ni tampoco a muchos de los camaradas con los que participó en exposiciones colectivas, que apenas menciona –especialmente interesante hubiera sido contar con sus recuerdos sobre la fundación del Centro Obrero Aragonés y la Casa de Aragón–, pues solo alardea de las exposiciones individuales, que menudearon más cuando ya fue consiguiendo hacerse un hueco en el sistema del arte moderno en París, donde reinaba Picasso, que le ayudó directa e indirectamente, pues bastaba mencionar su amistad para que a sus protegidos se les abrieran muchas puertas. Rubén nos glosa en sus comentarios que, en medio de muchas penalidades, Eleuterio Blasco siempre encontró quien le ayudase porque tenía buen porte y pinta de tipo formal, que inspiraba confianza y afecto, gracias a lo cual consiguió abrirse camino en Francia, pero no solo como escultor sino también como marchante de arte: fue gracias a una mezcla de espíritu creativo y comercial que alcanzó su máxima cota de celebridad como autor del trofeo del festival Le Coq d’or de la Chanson française entre 1958 y 1963. Fue su momento de gloria, que le hizo sentirse muy vinculado a la cultura francesa, pero nunca dejó de ser español y, viendo que se consolidaba internacionalmente el régimen de Franco, me parece comprensible que en los años cincuenta prefiriese olvidar su pasada militancia política, porque anhelaba volver. Por desgracia, su regreso a Barcelona y ulteriormente a Aragón, fue también un retorno a la pobreza y a un solitario distanciamiento del entorno social, como una aciaga vuelta a la casilla inicial. A pesar de que el relato de ese triste final ya no quedó plasmado por escrito en esta autobiografía, hay muchos párrafos en los que se percibe una personalidad con tendencia a la melancolía, muy presente también en sus creaciones plásticas. Ojalá vayan también saliendo a la luz algunas de sus obras que todavía conocemos mal, a través de fotografías, meticulosamente documentadas por Rubén Pérez Moreno, tanto en el legado de Molinos como en otros archivos y colecciones. El riesgo de olvidao parece definitivamente conjurado, pues la recuperación de la memoria histórica –sin fanatismos, tratando de comprender los complejos posicionamientos personales que en cada contexto histórico adoptaron nuestros antepasados– es un tema de candente actualidad.
Jesús Pedro LORENTE
Presidente de AACA Fecha de Entrega: 30/03/2025 Fecha de Admisión: 31/03/2025 << volver ![]() |
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