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Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010
MUSAC, León
Artistas: Pilar Albarracín, Xoán Anleo/Uqui Permui, Pilar Aymerich, Eugènia Balcells, Cecilia Barriga, María José Belbel, Miguel Benlloch, Itziar Bilbao Urrutia, Esther Boix, Cabello/Carceller, Mónica Cabo, Mar Caldas, Carmen Calvo, Nuria Canal, Anxela Caramés/Carme Nogueira/Uqui Permui, Ana Casas Broda, Castorina, Mari Chordà, Montse Clavé, María Antonia Dans, Lucía Egaña Rojas , Itziar Elejalde, Equipo Butifarra, Erreakzioa-Reacción, Eulàlia (Eulàlia Grau) , Esther Ferrer, Alicia Framis, Carmela García, Ángela García Codoñer, María Gómez, Miguel Gómez/Javier Utray, Marisa González, Gabriela y Sally Gutiérrez Dewar , Yolanda Herranz, Juan Hidalgo, ideadestroyingmuros, María Llopis/Girlswholikeporno, Eva Lootz, LSD, Cristina Lucas, Jesús Martínez Oliva, Chelo Matesanz, Medeak , Miralda, Fina Miralles, Mau Monleón, Begoña Montalbán , Paz Muro, Paloma Navares, Ana Navarrete, Carmen Navarrete, Marina Núñez, Itziar Okariz, Isabel Oliver, O.R.G.I.A, Carlos Pazos, Uqui Permui, Ana Peters, Olga L. Pijoan, Núria Pompeia, Post-Op, Precarias a la deriva, Joan Rabascall , Amèlia Riera , Elena del Rivero, María Ruido, Estibaliz Sadaba, Simeón Saiz Ruiz, Dorothée Selz, Carmen F. Sigler, Diana J. Torres AKA Pornoterrorista, Laura Torrado, Eulàlia Valldosera, Video-Nou/José Pérez Ocaña, Azucena Vieites, Virginia Villaplana, Isabel Villar.
Del 23 de junio de 2012 al 24 de febrero de 2013 el MUSAC de León ha acogido la que sin duda será una de las apuestas expositivas más importantes de toda su historia. Patricia Mayayo y Juan Vicente Aliaga han comisariado Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010, la primera cita retrospectiva en nuestro país en torno a la reflexión que el arte de corte feminista o próximo a las inquietudes del feminismo emprendió hace más de cincuenta años en torno a la diversidad sexual frente a los patrones, en torno a la libertad frente a la norma. Patricia Mayayo y Juan Vicente Aliaga -investigadores, docentes, comisarios y teóricos- son dos de los pesos pesados en España en lo que se refiere a los estudios de género y las identidades sexuales. Como nota me gustaría citar dos de los proyectos expositivos más destacados que se han llevado a cabo en los últimos años en nuestro país, ambos comisariados por Juan Vicente Aliaga en el CGAC de Santiago de Compostela: La batalla de los géneros de 2007 y En todas partes (políticas de la diversidad sexual en el arte) de 2009. Como han explicado los comisarios, esta ambiciosa colectiva se gesta en torno a dos objetivos fundamentales: recuperar y dar visibilidad a una serie de artistas cuyo trabajo fue crucial para el desarrollo del arte contemporáneo español, pero que no han sido reflejadas en la historiografía “oficial”, y revisar el arte español creado desde los años sesenta del pasado siglo desde una nueva perspectiva, la de los feminismos, que aportará sin duda nuevos prismas desde los que reescribir y releer la Historia del Arte español más reciente. Con este proyecto no se ha pretendido consolidar el “arte feminista” como una tipología artística que, o bien desde el desconocimiento o desde el desinterés, se ha pretendido fijar como un modelo excluyente y rígido, sino definir y ampliar el conocimiento de ciertas prácticas artísticas, como se viene haciendo en el ámbito anglosajón desde los años setenta del siglo XX, para poder relacionarlas transversalmente con otros campos del saber. Y si bien es cierto que muchas de las artistas reunidas en esta muestra no se reconocen como feministas, sí representan una forma diferente de afrontar y analizar el mundo que les rodea, posiciones y actitudes encarnadas y defendidas por los feminismos en nuestro país desde hace ya más de medio siglo. Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010 es una colectiva que destaca la importancia de los discursos sobre el género y las identidades sexuales en la producción artística española desde los años sesenta del siglo XX. A través de más de 80 artistas y 150 obras los comisarios han querido abrir las puertas a una historiografía que revise la Historia del Arte español de las últimas décadas, partiendo de “la necesidad de restaurar la memoria borrada de los saberes, prácticas y genealogías feministas en nuestro país: es importante recuperar y hacer visible la obra de artistas (algunos hombres, pero sobre todo mujeres) injustamente desdeñadas u olvidadas; pero más importante aún es releer la historia reciente del arte español desde un lugar distinto, con otras claves y otras miradas”, en palabras de Patricia Mayayo y Juan Vicente Aliaga. Buscando el diálogo entre obras diferentes y artistas de edades y contextos distintos, se ha empleado un orden temático y no cronológico. Así, la exposición se organiza en once salas: - Sala 1 “Genealogías”: en esta sala se plantea la necesidad de construir una genealogía o tradición propia independiente de la historiografía escrita que inspira el patriarcado, intentando salvar el obstáculo de ver una obra sin su contexto, condena que han sufrido las artistas. Es aquí donde puede verse una particularidad del modelo español: mientras en otros países ha existido un diálogo intergeneracional que ha favorecido esa creación de genealogías propias, en España la segunda generación de artistas próximas a los planteamientos del feminismo nació en los años noventa y buscó referentes en artistas extranjeras, favoreciendo esta circunstancia que muchas pioneras españolas resulten desconocidas aún en nuestros días.
- Sala 2 “Cuerpos: disciplinas y placeres”: el principal campo de batalla del feminismo ha sido el cuerpo, ya que habitualmente se ha justificado la desigualdad de la mujer en relación a datos biológicos. Pero las artistas han explorado las identidades sexuales y los horizontes del placer a través de su cuerpo, un cuerpo que, al mismo tiempo, ha sido tenido por otros como una herramienta de control para intentar sofocar cualquier desviación de la norma. Si en el contexto del Nacionalcatolicismo franquista las artistas aún tenían miedo de mostrar su cuerpo -como puede verse en performances de Esther Ferrer de esta época-, con la llegada de la Democracia empiezan a hablar de la menstruación, la realidad lésbica o ya en los noventa ocupan espacios públicos y privados con su cuerpo -como vemos en las performances de Itziar Okariz-.
- Sala 3“División sexual del trabajo y precariado femenino”: en una división sexual del trabajo, las mujeres se han visto históricamente relegadas a las tareas del trabajo doméstico y los cuidados, labores no remuneradas. En este bloque temático se recogen obras de los años sesenta que pueden considerarse “protofeministas” -como vemos en Dona que frega (1965) de Esther Boix- compartiendo espacio con creaciones más recientes que reflexionan sobre el trabajo actual de la mujer dentro de un concepto más global de precarización del trabajo femenino, por el impacto del capitalismo en la mujer inmigrante.
- Sala 4 “Las ‘otras’ de la Historia”: en los relatos históricos oficiales, a las mujeres y a las minorías sexuales relacionadas con el feminismo se les ha reservado un lugar marginal y se les ha definido como “las otras”. Algunas artistas han hecho frente a esta realidad buscando sus propias estructuras alternativas -con ejemplos como Carmen Navarrete, Yolanda Herranz, María Ruido, Marina Núñez o Cristina Lucas-.
- Sala 5 “Luchas colectivas”: las conquistas sociales, políticas, económicas y culturales que ha logrado la mujer son consecuencia de la constante lucha reivindicativa a lo largo de décadas ante la opresión sexista y la llegada de la conciencia individual. Estamos ante el bloque más activista de la exposición, que reúne fotografías, carteles, revistas, panfletos y obras de arte relacionadas con las manifestaciones de los años setenta contra la violencia machista, la penalización del adulterio, además de materiales sobre las recientes jornadas estatales que han tenido lugar en nuestro país.
- Sala 6 “La tiranía de la belleza”: en este espacio confluyen una serie de trabajos que cuestionan la imposición de unos modelos de belleza dictatoriales que sufren en especial las mujeres. Las artistas llegan a dar respuesta a los discursos mayoritarios gracias a la parodia y el humor.
- Sala 7 “Mascaradas, performatividad y autoficción”: a partir de finales de los ochenta y principios de los noventa del pasado siglo aparecen una serie de teorías que critican un concepto tradicional de identidad. Por aquel entonces, las mujeres estaban intentando escapar de la obligación que la sociedad patriarcal les imponía de reproducir una identidad denominada “femenina”. Empezaba la reflexión sobre qué es ser mujer y qué es “hacer de mujer” -Esther Ferrer reflexionaba en Antigua (1973) sobre la flexibilidad de la identidad femenina-. Y fue entonces cuando algunos hombres, como podemos ver en este apartado –de Ocaña, revulsivo en los setenta catalanes, a Miguel Benlloch y su Desidentifícate (2010)-, empezaron a cuestionarse también el concepto de “masculinidad” normativa. Aludiendo a la performatividad del cuerpo en el entorno social, la “masculinidad” dejaba de ser un concepto sólido e inamovible.
- Sala 8 “La mujer rota: violencia y patriarcado”: consciente de la violencia que sufre la mujer, las artistas españolas empezaron a tratar esta cuestión desde finales de los años sesenta -Carmen Calvo o Marisa González-. Desde la denuncia de la discriminación de la mujer en actos públicos relacionados con la tradición, como Hondarribia en Irún, a la firme protesta con las violaciones desde los setenta -como los maniquíes de Amèlia Riera o las acciones en las que Pilar Albarracín “escenificaba” la agresión de una violación en las calles de la Sevilla de 1992-.
- Sala 9 “El hilo de la vida: cuidados y maternaje”: en este bloque los comisarios han querido dejar clara la diferencia entre maternidad y maternaje. Tradicionalmente, se ha considerado que la mujer, un ser para los demás, estaba predestinada biológica, social y culturalmente a la maternidad. Pero, en esta ocasión, se ha hecho hincapié en las experiencias subjetivas de las mujeres respecto a la maternidad y la crianza. Hay dos formas de entender esta experiencia: la maternidad social y el maternaje como experiencia individual, término que procede de la teoría francesa. Gran parte de las obras que aquí pueden verse distan mucho de ese concepto idealizado de maternidad que se asume en las representaciones marianas, entendiéndose la realidad de convertirse en madre de forma ambivalente. Puede verse el conflicto entre la experiencia de la madre y las expectativas de su entorno social o el desgaste del cuerpo por el embarazo y la lactancia -Elena del Rivero y su Carta a la Madre (1994), Leche I de Ana Casas Broda sobre el dolor físico que produce en la madre la lactancia o la Mujer-semilla de Eulàlia Valldosera de la serie Envases: el culto a la madre (1996).
- Sala 10 “Construcción visual de los géneros y cultura popular”: desde los años setenta del siglo XX hombres y mujeres en nuestro país empezaron a analizar cómo los medios de comunicación, amparados por un sistema patriarcal de la exclusión y la diferencia, creaban estereotipos que acababan diferenciando roles masculinos y femeninos -Fina Miralles, Cecilia Barriga, Cabello/Carceller, Eugènia Balcells, Azucena Vieites o el colectivo O.R.G.I.A.-.
- Sala 11 “Transfeminismos”: en este apartado tienen cabida trabajos -vídeos, dibujos, estudios, carteles- de artistas y colectivos de las primeras décadas del siglo XXI, que con un espíritu radical, transgresor y, sobre todo, renovador del feminismo tradicional, manifiestan la conciencia del deseo de transformar el cuerpo sin obstáculo alguno. Enfatizan las relaciones sexuales entre mujeres como modo de romper las barreras entre lo público y lo privado -María Llopis, Lucía Engaña Rojas o Diana J. Torres, por citar algunos nombres-.
El 22 y 23 de febrero el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el MUSAC de León organizaron un seminario en torno a esta exposición, con conclusiones, debates y reflexiones imprescindibles, que contó con la presencia de los siguientes profesionales: Patricia Mayayo, Juan Vicente Aliaga, Assumpta Bassas, Isabel Tejeda, Agustín Pérez Rubio, Margarita Aizpuru, Xabier Arakistain, Olga Fernández, Laurence Rassel, Elsa Plaza Müller, Paloma Uría, Tatiana Sentamans, María José Belbel, Silvia L. Gil, Ana Navarrete, Alicia Puleo, Contenedor de feminismos de León, Eva Garrido y Yera Moreno y Susana Rioseras. Hoy en día no podemos hablar de un único feminismo, sino de muchas y variadas perspectivas feministas y su desarrollo artístico en España difiere al anglosajón y al europeo. En nuestro país, tuvimos que esperar a los años noventa para empezar a presenciar el incipiente apogeo de un discurso teórico sólido en torno a las cuestiones del género y la identidad acogido por el sistema institucional del arte. De ahí que haya empezado este artículo citando cada uno de los nombres que se han dado cita en Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010. Nombrar es dejar constancia, abrir al conocimiento, generar pensamiento y oportunidades. Nombrar es no olvidar, reconocer y crear lazos que nos unan a nuestras y nuestros predecesores. La historiografía tradicional y los estudios artísticos en España han obviado e infravalorado los logros y aportaciones de los feminismos. El 2013 ha comenzado con un proyecto artístico y teórico que ha abierto el debate a una redacción más rigurosa y completa de la Historia del Arte, así como al uso equitativo de los espacios y presupuestos públicos.
Para más información visitar el sitio web de la exposición: http://genealogiasfeministas.net/
Paula GONZALO LES
Vocal de AACA y miembro del comité de redacción de AACADigital, Doctoranda en el Dpto. de Hª del Arte, Univ. de Zaragoza Fecha de Entrega: 30/03/2013 Fecha de Admisión: 30/03/2013 << volver ![]() |
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