Número 17 | Diciembre de 2011
Paseo María Agustín nº 20 Zaragoza - 50004     Tfno.: 976 28 06 60      asociacionaragcriticosarte@gmail.com Normas/plazos para la propuesta de artículos
(call for papers)
imprimir
 
Crítica de arte en Aragón, 1900-2011
(foto: Manuel Pérez Lizano leyendo esta ponencia ante Ángel Azpeitia y Fernando Alvira, imagen de Pedro Fondevila)
 
 

Resumen:

Este ensayo está elaborado a partir de la ponencia dedicada a la trayectoria como crítico de arte de Ángel Azpeitia y otras figuras de la crítica aragonesa, que se presentó en el XIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Críticos de Arte (AECA), en una sesión celebrada en el IEA de Huesca el 19 de noviembre de 2011, un día especialmente consagrado en aquella reunión a conmemorar el 25 aniversario de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte (AACA). Complementado aquí con otras informaciones, se presenta como anticipo de un libro en curso.


Abstract:

This essay, devoted to the trajectory as art critic of Ángel Azpeitia and other personalities of Aragonese art criticism, was presented at the 13st National Congress of the Spanish Association of Art Critics (AECA) in a session held at Huesca's IEA on November the 19th 2011, a day specially devoted in that conference to commemorate the 25th anniversary of the Aragonese Association of Art Critics (AACA). Complemented by further informations, it is presented here as a foretaste of a forthcoming book.

Palabras clave castellano: Critica de Arte, Aragón
Palabras clave inglés: Art criticism, Aragón

La crítica de arte aragonesa durante los siglos veinte y veintiuno tiene un desarrollo en simbiosis al paulatino auge cultural y expositivo, que se acompaña por la publicación de revistas y diarios para posibilitar críticas y entrevistas a artistas, lo cual permite obtener datos imprescindibles sobre muy dispares acontecimientos culturales. Según aconteció en tantas facetas de la vida, su trayectoria armónica a más se interrumpe por la Guerra Civil, razón para que un primer período (sobre el cual hay abundante información en García Guatas, 1976: 56-60, 96-100 y 104-110) comprenda hasta 1936, año que comienza la citada guerra.

Sin pretender nombrar a todos los que se interesan por la crítica de manera esporádica, a diferentes críticos corresponde el primer asentamiento de la profesión. Manuel Marín Sancho (Zaragoza, 1899-1936) es fusilado en 1936 por ser miembro de la masonería. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza y Doctor en Lengua y Literatura Española. Director de la revista Amanecer y director fundador de la revista Aragón del SIPA. Como crítico de arte, sin olvidar sus artículos teóricos, ejerce en las citadas revistas y el diario La Voz de Aragón de Zaragoza. Sus excelentes críticas se acompañan de artículos sobre arte aragonés, fiel reflejo de su honda preocupación por la situación de los artistas y del arte en general. Si José Vaiana Cólera escribe en el Diario de Avisos de Zaragoza hasta que cierra en 1919, Anselmo Gascón de Gotor (Zaragoza, 1865 - Huesca, 1927) escribe primero en El Noticiero de Zaragoza y con posteridad, cuando es trasladado a Huesca, en el Diario de Huesca. Crítico muy conservador. Dionisio Lasuén Ferrer (La Muela, Zaragoza, 1850-Zaragoza, 1916) es profesor en le Escuela de Arte de Zaragoza, escultor y teórico de la corriente modernista. Luis Torres, que puede firmar bajo el seudónimo de Mefisto, escribe en La Correspondencia de Aragón y el Diario de Avisos, para terminar en el Heraldo de Aragón antes y después de la Guerra Civil. Si en Teruel, por otra parte, se funda Estampas Turolenses, 1929-1930, con colaboraciones de los artistas Ángel Novella, Salvador Gisbert y Epifanio Abad, el periodista y crítico Pascual Martín Triep (Zaragoza, 1897-1976) se incorpora al Heraldo de Aragón el año 1927, en donde escribe bajo los seudónimos de Pedro de Urdán, Fabio Mínimo y Lumen.

Emilio Ostalé Tudela (Zaragoza, 1900-?), perito agrícola, con buena posición económica, fue periodista y crítico, conocido como Ostilio. Al parecer, en 1928, cuando es nombrado secretario general de la junta del Centenario de Goya, se fugó a Hispanoamérica con una mecanógrafa y una “importante cantidad de dinero”. Al comenzar la Guerra Civil se encuadró en Falange Española Tradicionalista y organizó los sindicatos.  Miembro de la Real Academia de San Luis. Comienza en la revista Paraninfo el año 1915, para continuar en La Crónica de Aragón hasta su cierre en 1920, seguir en El Noticiero hasta los cuarenta y terminar en el Amanecer desde 1947 a 1949 y desde  junio de 1956 a enero de 1958. Fue muy famosa su crítica oral Ondas de Arte en Radio Zaragoza, cuando ya era director Julián Muro Navarro en 1954. De forma esporádica colabora en El Diario de Huesca y La Voz de Aragón. Se caracteriza por una línea en la que “intentaba abarcar integralmente toda la actividad de Zaragoza, desbordando incluso el formato habitual del periódico para ser recogida sistemáticamente en unos suplementos independientes que constituyen una espléndida crónica trimestral de los acontecimientos artísticos de la ciudad. En algunos casos sobrepasa lo noticiable para descubrirnos los entresijos de los ambientes y tertulias donde se discutía y polemizaba sobre el arte” (García Guatas, 1976: 97). Además, Emilio Ostalé Tudela sería un asiduo conferenciante, hasta el punto que ya en 1926 pronuncia una conferencia titulada Goya, las mujeres y el amor. Dámaso Santos Gutiérrez le considera como un crítico aferrado a las viejas formas. Su tarea durante años es compensada con un homenaje en Zaragoza. Se celebra el 18 de octubre de 1947, justo la festividad del Apostol San Lucas, Patrono de los Artistas, y coincidiendo con la Fiesta de los Artistas, “cuyas actas tendrán carácter de homenaje a don Emilio Ostalé Tudela, quien tanto en Educación y Descanso como por medio de Radio Zaragoza y Amanecer está desarrollando una gran labor de apoyo y aliento en pro del arte y de los artistas”. Los actos son como sigue. Por la mañana misa a las diez y visita a museos, por la tarde visita a las galerías de arte y asistencia a la conferencia del Comisario General del Patrimonio Artístico Nacional y por la noche acto íntimo con jotas en el Hogar del Camarada. Además de que el Jefe Nacional le otorga la Medalla de Plata de Educación y Descanso, otro dato sobre la importancia del acto es la asistencia de representantes de Radio Zaragoza, Real Academia de Bellas Artes, Escuela de Arte, Estudio Artístico Goya, Academia Zamora, propiedad de la pintora Joaquina Zamora, Agrupación Artística Aragonesa, Educación y Descanso, peña Niké, peña Orés de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) y numerosos artistas. Emilio Ostalé Tudela, todavía en 1961, prologa el catálogo, junto con otros autores, de la exposición Francisco Marín Bagüés. Exposición-Homenaje que se inaugura en Zaragoza. En 1961 fue nombrado miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte, como tal adherida a la U.N.E.S.C.O.

Las críticas firmadas como Albareda Hermanos corresponden a los hermanos José (Caspe, 1889-Zaragoza, 1967) y Joaquín (Caspe, 1893-1968) Albareda Piazuelo. Con ambos hermanos y con Francisco de Cidón, al margen de las crónicas de Dionisio Lasuén Ferrer, se inicia la nómina de críticos que son artistas. Escriben en las revistas Agrupación Artística y Aragón, tras fallecer Francisco de Cidón en 1953, así como en el periódico La Hoja Oficial del Lunes hasta 1953 y, sobre todo, en el diario El Noticiero desde 1923 durante 40 años. Retoman la idea de Emilio Ostalé Tudela mediante páginas especiales en las que una o dos veces al mes, bajo el título “Arte y Artistas”, recogían el mundo artístico local con noticias, crónicas, reportajes y las primeras entrevistas. Puntualmente, en los primeros números de cada año, ofrecerán desde El Noticiero un resumen o balance de las Bellas Artes en Zaragoza durante el año anterior...” (García Guatas, 1976: 97). Su línea escultórica, la de José y Joaquín, se inscribe dentro de una radical ausencia de innovación. Conservadurismo artístico y conservadurismo crítico, razón para afirmar que su única aportación al arte es la información artística. Como críticos, sin posibilidad de error, su actitud conservadora y su absoluta incomprensión de las corrientes artísticas son de tal magnitud que resulta incalculable el daño hecho a los artistas con afán innovador. Y todo recordando que sus críticas, durante 40 años, son las más leídas, las más creíbles, con lo cual el daño se multiplica al ofrecer falsas y equívocas escalas de valores vinculadas con el arte. Son, sin duda, los primeros críticos profesionales.

Francisco de Cidón (Valencia, 1871-Zaragoza, 1943) es un pintor autodidacta. En 1924 se traslada a Zaragoza y en 1940 es nombrado académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Como crítico publica en el ámbito nacional y en Zaragoza se vincula con la revista Aragón hasta 1939 y con diferentes diarios. Sus críticas las firma bajo el seudónimo de Zeuxis y las enfoca con un tono respetuoso, como norma descriptivo, y con aportación de datos.

José Valenzuela La Rosa (Zaragoza, 1878-1957) es hombre de compleja e intensa vida. Dirige el Heraldo de Aragón, entre 1906 y 1916, y publica en las revistas Aragón y Revista Aragonesa, esta última dirigida por Fernando García Mercadal. Su criterio sobre la crítica se basa en una amplia cultura y un equilibrado criterio. En el Heraldo de Aragón es sustituido por Luis Torres, en ocasiones firmando como Mefisto, que por su desconocimiento del arte ni se le puede considerar, en sentido estricto, como crítico de arte. Muy diferente es el poeta, crítico y galerista Tomás Seral y Casas. En La Voz de Aragón, hasta su cierre en 1935, publica críticas junto con Manuel Marín Sancho. Tomás Seral y Casas funda la revista Cierzo, que vive tres números entre abril y mayo de 1930, y en la que publica entrevistas y alguna crítica, mientras que en la revista semanal Amanecer, nacida en 1932, tiene tres excepcionales entrevistas a los pintores Ángel Díaz Domínguez y Javier Ciria y al escultor Félix Burriel. Como crítico defiende toda vanguardia y ataca el generalizado gusto conservador. En 1941 se traslada a Madrid.

Una vez que en 1939 termina la Guerra Civil, la postura académica, rampante, conservadora, es tan dominante que anula cualquier posición libre e independiente. Tomás Seral y Casas, el gran transgresor como poeta y defensor de todo arte innovador, se marcha a Madrid. El panorama de la crítica es desolador. En El Noticiero se mantienen los nefastos Albareda Hermanos y Luis Torres sigue en Heraldo de Aragón, junto con García Gil, y publica enLa Hoja del Lunes. También en el Heraldo de Aragón, dentro de similar nefasta línea, Mauricio J. Monsuárez de Yoss publica críticas esporádicas. Se salva, en cierta medida, Felipe Bernardos Pérez, que publica durante años en el Amanecer, así como Guillermo Fatás Ojuel (Zaragoza, 1919-1998) en el mismo diario pero con muy distinto enfoque. Fotógrafo y director de cine, hombre de muy amplia cultura, como crítico demuestra sus conocimientos sobre arte y, lo más importante, defiende y aclara las vanguardias artísticas. Excepto Albareda Hermanos, auténticos profesionales pero con un planteamiento erróneo, los demás son aficionados que ejercen como críticos de arte. Guillermo Fatás Ojuel es la rareza positiva pero sin vincularse con la crítica de forma intensa. Desde fecha imprecisa, quizá en 1949, hasta finales de 1951, José Del Río Sanz ejerce la crítica en el diario Amanecer. En el Amanecer, del 18 de febrero de 1958 al 5 de noviembre de 1961, ejerce la crítica Vicente José Amiguer Úbeda bajo el seudónimo de Baratario.

Félix Ferrer Gimeno, desde los cincuenta en Huesca, y Ángel Azpeitia, desde 1962 en Zaragoza, son los dos primeros críticos profesionales tras la Guerra Civil que aportan un marcado tono diferente.

Félix Ferrer Gimeno (Barcelona, 1922-Huesca, 1983) es dramaturgo, escultor, crítico de arte y galerista. Tras cumplir el servicio militar en Marruecos y superar unas fiebres tifoideas en el Hospital de Cádiz reside en Huesca para trabajar como agente comercial especializado en productos farmacéuticos y ejercer como contable en el diario Nueva España. La mayoría de sus esculturas, sobre todo bustos y cabezas, son de barro y las más conocidas son Raza, El viejo cacique, La niña de las trenzas y los retratos del torero Manolete. Además de exposiciones colectivas y de algunos galardones, su obra tiene una evidente unidad de línea  dentro de una estricta academia, siempre bien resuelta y con dominio del volumen. Como dramaturgo, por otro lado, obtiene el primer premio por El vendedor en el concurso periodístico convocado, en 1960, por la Feria de Muestras de Barcelona y  su guión Mundo joven obtiene, en 1969, el premio especial del Primer Concurso Nacional de Cine Experimental celebrado en Barcelona. También escribe Los alacranes y Aldeabaja, 1971, que tuvo notable repercusión por salir en Radio Nacional de España.

Félix Ferrer Gimeno, como crítico y tras sustituir a Salvador María de Ayerbe, publica su primer artículo el año 1959 en la sección cultural de la revista Argensola, en la cual escribía Santiago Broto. Revista de la que será redactor jefe. Corresponsal de los diarios zaragozanos El Noticiero y Amanecer, así como de la agencia Europa Press, también publica críticas en el diario oscense Nueva España. Prólogos, críticas y entrevistas a artistas, sin olvidar los resúmenes anuales, son de obligado estudio por la profundidad analítica. También publica excelentes estudios de artistas como, entre otros, Antonio Saura, José Beulas, Julián Grau Santos, María Cruz Sarvisé, Gutiérrez Fanlo, Paco Zueras y Enrique Torrijos. En diciembre de 1971 inaugura en Huesca la Galería S´Art, que dirige, hasta 1978 por enfermar de cáncer, con una coherente programación y dando oportunidad a jóvenes valores. A su ingente tarea, por otro lado, se debe la creación del Museo del Alto Aragón (Arte Contemporáneo) de pintura y escultura que divide en departamentos. El día de la inauguración se leyeron unas cuartillas de José Camón Aznar, en las que sugería cómo “la constancia y el amor al arte de Félix Ferrer han conseguido reunir estas obras que no son más que el inicio de un futuro que ¡ojalá! Corresponda a las intenciones de su fundador, a la grandeza del país que lo tutela y a la corporación provincial” (Alvira Banzo, 2000). Museo que, tal como se ha indicado, cierra en 1986. Sus fondos se incorporan a la Diputación Provincial de Huesca.

En cuanto a Ángel Azpeitia, nacido en Zaragoza el 13 de julio de 1933, conviene recordar que es historiador, crítico de arte y profesor de la Universidad de Zaragoza, de la cual es Doctor en Filosofía y Letras. La Tesis de Licenciatura fue expedida en 1969 y la Tesis Doctoral en 1976. Estamos, por tanto, ante el primer crítico de arte con título universitario y especializado en arte contemporáneo. Su vocación enlazada con las humanidades se manifiesta desde temprana edad, pues en 1953, con 20 años, obtiene el premio Manuel Serrano y es invitado a los Juegos Florales. Declamador desde los años cincuenta y miembro fundador del Teatro de Cámara La Cigarra, fundado en febrero de 1957, del cual es director junto con Antonio Artero. Además de actor fue conferenciante sobre temas relacionados con el teatro y es autor, con el seudónimo de Eugenio Moros, del cómic Epoxi y guionista, junto con Gabriel Bermúdez, del cómic Celtior, creado en 1969. De carácter vital, analítico y con desbordante sentido del humor, entre sus múltiples cualidades cabe sugerir la facilidad para hipnotizar. Desde mayo de 1962, primero con sustituciones hasta su consolidación en el cargo, ejerce como crítico en el Heraldo de Aragón. Su continuada tarea significa la estabilización del panorama crítico. Aunque el pintor Ángel Aransay comenzara con la página semanal de arte en abril de 1972, Ángel Azpeitia la incorpora desde el 14 de noviembre de 1976, lo cual contribuye a la regularización sistemática, racional, de la crítica. A partir de la fecha indicada los artículos habituales de Heraldo de Aragón se convierten en página semanal de Arte. Desde el 1 de diciembre de 1988, por cambio de formato, pasa a dos páginas y vuelve a una desde febrero de 1995. Los firmantes de las críticas son: Desde el 1 de mayo de 1986, a nombre de Ángel Azpeitia y Mercedes Marina, desde octubre de 1990, a nombre de Ángel Azpeitia y Héctor López, y desde febrero de 1994, a nombre de Ángel Azpeitia, Héctor López y Pedro Pablo Azpeitia, mientras que con el actual cuadernillo Artes y Letras tenemos un sistema alternativo entre una y dos páginas con las firmas de Ángel Azpeitia, Pedro Pablo Azpeitia, que con el tiempo deja la crítica, Alejandro Ratia, Antón Castro y Ricardo García Prats. Todo sin olvidar las críticas y entrevistas, desde los setenta, de Luis J. Garciá Bandrés y con posteridad las colaboraciones de Fernando Alvira Banzo desde Huesca.

De Ángel Azpeitia, sin duda, a valorar su análisis sereno, el uso en ocasiones de un sutil doble lenguaje, esa ambigüedad calculada, tan difícil de captar para el no entendido y la inapreciable utilización de recursos históricos cuando el tema lo requiere. Sus críticas, vistas en conjunto, ofrecen una ingente cantidad de datos, tan necesarios para futuros trabajos. Escritor ágil y penetrante si lo ve necesario. Como crítico ha obtenido diferentes premios. A destacar, entre otros, el Premio Nacional de la Crítica “Camón Aznar”, 1983, y el Premio Nacional “Correo del Arte”, 1988, a la mejor labor crítica. Presidente de la AECA y miembro de la AICA, presidente de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte y en la actualidad su presidente de honor. Asimismo, y por otra parte, es vicepresidente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y presidente de honor de la Asociación Española de Críticos de Arte.

Un ejemplo que determina la abismal diferencia entre Ángel Azpeitia y muchos de los anteriores críticos de arte, con la excepción de Félix Ferrer Gimeno, es su conferencia en diciembre de 1974, bajo el título de Función de la Crítica y en el ámbito de las Jornadas Artístico-Culturales Aragonesas de ANSIBA. En dicha conferencia habla sobre la crítica descriptiva, retomada para el arte abstracto, la ideológica, la historicista a partir de Hegel y la psicológica desde el “romanticismo y de las teorías freudianas, con la interpretación psicológica del artista”. Acerca de la época moderna afirma que “se produce la resurrección del formalismo y de la crítica descriptiva. Se trata de un formalismo evolutivo, que rompe la dualidad fondo-forma y en el que la obra de arte aparece como un todo coherente”. Conferencia, en definitiva, que en la época muy pocos podían concebir.

Ángel Azpeitia, todavía en 2011, se mantiene como crítico esporádico en el Heraldo de Aragón, lo cual evidencia que el número de críticas es ingente, junto con numerosos prólogos, comisariados y colaboraciones en revistas especializadas sobre arte. Figura intelectual, por tanto, de marcada importancia para el arte contemporáneo aragonés. En 2002, para finalizar, publica Diccionario de Arte Contemporáneo y Terminología de la Crítica Actual.

En el diario Aragón / Exprés, fundado en 1970, ejerce su primer año el pintor Jorge Gay, para seguir el excepcional crítico de cine, historiador y ensayista Manuel Rotellar, siempre con una visión repleta de honestidad y valentía, de prudencia. El pintor Ángel Aransay escribe en el mismo diario desde octubre de 1970 y desde abril de 1972 incorpora en Aragón la primera página semanal de arte. Con posteridad, desde enero de 1973 hasta agosto de 1975, es crítico en El Noticiero. Sus críticas se caracterizan por el penetrante análisis y la total sinceridad, motivo para abandonar su tarea por presiones de algunos artistas. Para muchos, desde luego,  es de los muy excepcionales críticos aragoneses.

Alberto Sánchez Millán, nacido en Zaragoza el 7 de agosto de 1973, se vincula al cine desde siempre. En 1963, por ejemplo, rueda y realiza el documental Viaje a Burdeos, mientras que como fotógrafo tiene su primera exposición individual en 1970 y su primera colectiva en 1967. Películas de artes plásticas: El estudio, de 1966, rodada en el estudio del pintor Juan Gimeno Guerri, Damián Forment en Aragón, de 1968, Azuda-40, de 1974 a 1977, y Pablo Serrano, de 1976 a 1978. Entre finales de los sesenta y los setenta ejerce como crítico de arte y de cine en Radio Juventud de Zaragoza. Fallece en Zaragoza el año 2010.

En el periódico Andalán, que comienza desde 1972, el pintor José Luis Lasala, bajo el seudónimo de Royo Morer, ejerce la crítica sobre aquellos artistas que considera oportuno. Su ácido sulfúrico a mil se centra en algunos premios artísticos, en la política cultural y en la defensa de lo aragonés. Queda como el crítico imprescindible en un momento a determinar, o en cualquiera.

Manuel Pérez-Lizano estudia Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza, mientras que su Tesis de Licenciatura, dirigida por Federico Torralba Soriano, es sobreEl escultor Honorio García Condoy y su Tesis Doctoral, dirigida por Ángel Azpeitia, es sobreFotografía y Grabado en Puerto Rico. Prólogos para catálogos y comisario de diversas exposiciones. Dirige el Diccionario Antológico de Artistas Aragoneses, 1947-1978 y publica diferentes libros sobre arte contemporáneo. En  el periódico Andalán publica críticas esporádicas desde 1972 y en Heraldo de Aragón colabora desde 1974 con artículos sobre arte. Con posteridad, durante los ochenta, reside en Puerto Rico y ejerce como profesor de arte en la Universidad Central de Bayamón y como crítico en el diario El Nuevo Día desde finales de la década. Cuando regresa a Zaragoza, en julio de 1989, publica artículos y críticas sobre arquitectura en el Diario 16 de Aragón, del 18 de octubre al 2 de enero de 1990, y en el Heraldo de Aragón, del 1 de abril de 1990 al 20 de octubre de 1991. Entre septiembre de 1993 y junio de 1994 ejerce la crítica, junto con el escultor Miguel Ángel Arrudi, en la emisora Antena 3 de Zaragoza y en el periódico quincenal El Aragonés desde el 1 de noviembre de 2002 hasta su cierre el 15 de julio de 2005. En fechas recientes ejerce la crítica de arte en la revista AACA (Asociación Aragonesa de Críticos de Arte).

Jaime Esaín, nacido en Madrid, es General de Sanidad en situación de reserva, así como Doctor y Académico de Honor de la Real Academia de Ciencias Veterinarias. Sus vínculos con el arte nacen con los Cursos y Aulas del Ateneo de Madrid. Miembro de la AECA y la AACA, autor de varios libros, como crítico se vincula al diario Amanecer desde febrero de 1975 hasta su cierre en 1979. Además de publicar varios libros y comisariar exposiciones, sus críticas tienen un matiz conservador pero con riguroso análisis y diferentes datos. En cuanto a Eduardo Bru Celma, nacido en Zaragoza el 17 de abril de 1949, publica artículos sobre arte y arqueología en El Noticiero, de 1969 a 1973, y con posteridad, de 1975 a 1977, es nombrado crítico oficial de Aragón / Exprés. Ha prologado numerosas exposiciones de artistas aragoneses y valencianos.

La década de los setenta en Zaragoza se completa con Luis García-Bandrés y Carmen Rábanos Faci. Luis García-Bandrés, hasta su reciente jubilación, está vinculado alHeraldo de Aragón. Aparte de prólogos para catálogos y de participar en diferentes jurados, destaca por las críticas sin asperezas gratuitas y por los esporádicos artículos para denunciar específicas situaciones en torno al arte o para evocar con justificada nostalgia los gloriosos y rompedores años setenta. En el citado diario se dedica desde hace años a tareas lejos de la crítica. De aquellos setenta es imprescindible recordar su predisposición natural para dinamizar. Como hombre enamorado del arte y de los artistas, a través de un acercamiento espontáneo desde su muy marcada pasión, nadie ha recogido aquella actitud tan ilusionada y abierta, tan responsable y sincera. Su figura, su personalidad, se completa con una oculta tarea como pintor bajo el seudónimo de Gonzalo Bujeda. Su primera exposición individual es en 1992, con 44 años, y hasta 2011 ha exhibido en numerosas ocasiones. Cuadros bien compuestos, con sentido del color, que oscilan entre la sentido del color, que oscilan entre la estructura abstracta y la sugerencia figurativa.

Carmen Rábanos Faci, profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza desde 1972 y titular desde 1985 hasta su reciente jubilación, desempeña cargos públicos. De 1967 a 1994, como dato de gran interés para definir su perfil, participa de manera activa en movimientos socio-culturales. Publica libros sin interrupción y numerosos trabajos sobre arquitectura y urbanismo. Como crítica de arte comienza en Aragón / Exprés, de 1977 a 1979, y en Radio Juventud de Zaragoza, de 1977 a 1978. Asimismo, aunque ejerza en ocasiones para El Día, colabora para Andalán entre 1982 y 1983, para ser fija desde 1984 hasta 1987. Entre 1991 y 1992 es crítica de arquitectura y urbanismo, siempre contemporáneas, en El Periódico de Aragón

En Teruel tenemos como precedente al pintor Ángel Novella y con posteridad a Jerónimo Beltrán en el Diario de Teruel. En Huesca y su provincia, tras la insustituible huella de Félix Ferrer Gimeno, destacan varios críticos. Fernando Alvira Banzo, nacido en Huesca el año 1947, desempeña cargos académicos desde 1975 y es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona desde 1982. Imparte clases en la Universidad de Huesca y en 1995 es nombrado Académico de Número y Delegado en Huesca de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza y en 1997 Académico Conservador, mientras que desde 1996 es nombrado presidente de la AACA y desde 1997 es nombrado Consejero del Instituto de Estudios Altoaragoneses. Como pintor expone con regularidad desde 1968 y como ilustrador de numerosas publicaciones colabora desde 1980. A partir de 1989 publica libros, artículos, ensayos y prólogos para exposiciones, mientras que como crítico se vincula al diario oscense Nueva España, de 1976 a 1978, y al Heraldo de Aragón como corresponsal de Huesca desde 1978 hasta fechas recientes. Si Virginia Baig Omella escribe para la publicación oscense 7 de Aragón, Luis Lles y José Luis Ara Olivan publican en el Diario del Alto Aragón. José Luis Ara Oliván es funcionario de la Diputación General de Aragón, profesor de Enseñanza General Básica y miembro de la Asociación Iberoamericana de Periodistas Especializados, así como de la AACA, AECA y AICA. Director de la colección de Poesía de Estudios Altoaragoneses y conocido poeta. Su libro Aleteos, por ejemplo, ha recibido varios premios de poesía. Prologuista y comisario de exposiciones, asesor artístico y cultural, como crítico de arte ejerce en el Diario del Alto Aragón desde 1978.

Durante la década de los ochenta emergen en Zaragoza nuevos críticos de arte. El fotógrafo Rafael Navarro, a petición de Eloy Fernández Clemente, es crítico de fotografía en Andalán, mientras que en dicho medio también publica críticas el pintor José Luis Cano, bajo el seudónimo de A. Gimeno, que será sustituido por el pintor Vicente Villarrocha, bajo el seudónimo de B. (por Benjamín) Gimeno. Vicente Villarrocha, nacido en Zaragoza el año 1955, se gradúa en la Escuela de Arte de Zaragoza y trabaja como profesor. Su contribución a la crítica comienza con Andalán, de 1980 a 1982, para seguir en la revista Menos Quince, en 1985, la guía del ocio Zaragocio, El Día, desde 1989 hasta su cierre en noviembre de 1992, y El Punto Fin de Semana. Acerca de Alfredo Romero Santamaría, nacido el año 1954 en Molina de Aragón (Guadalajara) y residente en Zaragoza desde 1965, cabe indicar que es Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. Funcionario de la Diputación Provincial de Zaragoza, en la que tiene importantes cargos relacionados con las exposiciones en el Palacio de Sástago, como, por ejemplo, Director del Área de Cultura y Patrimonio. Miembro de la AECA y la AICA desde 1981. Socio de Honor de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza desde 1988, miembro de la Sociedad de Historia de la Fotografía Española desde 1990 y Académico de número de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, desde 2000, en la Sección de Artes de la Imagen. Como crítico escribe sobre artes plásticas, ni digamos sobre fotografía, en El Día desde 1982 hasta 1987. También publica críticas de arte en la revista de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza y en la revista digital AACA. Ha publicado libros y textos para catálogos de exposiciones.

La prematura y sentida muerte de Mercedes Marina, Zaragoza, 1936-1990, se refleja en diversas reacciones del ámbito artístico. Estudia Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense y fue miembro de la AECA y de la AACA. Partidaria de una interpretación psicológica del arte y de un método iconográfico e iconológico, como crítica ejerce en Heraldo de Aragón desde el 30 de mayo de 1982 hasta el 7 de junio de 1990, es decir, un total de 281 críticas. Aunque ejerce la crítica sobre diferentes disciplinas artísticas se especializa en fotografía. Cada exposición la analiza con rigor y su apuesta por la fotografía es determinante, hasta tal punto que críticas y extensos artículos sirven como documentos imprescindibles para mostrar dicho medio creativo y valorarlo con exactitud.

Los ochenta se cierran con otros críticos. El novelista, poeta y pintor Antonio Fernández Molina, que reside en Zaragoza desde 1975 hasta su muerte en 2005, publica en La Guía de Zaragoza y con posteridad en El Día y ABC de Aragón. Su condición como novelista y poeta se detecta, por las precisas y hermosas alusiones literarias, en críticas, monografías de artistas y prólogos para exposiciones. La ininterrumpida trayectoria de Desirée Orús, nacida el año 1960 en Zaragoza y Licenciada en Filosofía y Letras, empieza en Radio Cadena, 1986 y 1987, para seguir en Cope, finales de 1987 y 1988, y Radio Zaragoza, desde mayo de 1990. Articulista y comisaria exposiciones. Héctor López, para concluir, comienza en la revista madrileña Crítica de Arte en 1988, para incorporarse al Heraldo de Aragón, entre septiembre de 1988 y enero de 1989, y ser colaborador fijo desde octubre de 1990 hasta que deja el ejercicio de la crítica.

A lo largo de los noventa tenemos los siguientes críticos. Alicia Murria ejerce en el Diario 16 de Aragón, hasta que se traslada a Madrid como bibliotecaria y es sustituida por Alejandro Ratia, que nace en Zaragoza el año 1960 y es Licenciado en Matemáticas. Alejandro Ratia publica cuentos y novelas y a la crítica llega por su vocación como coleccionista. En dicho Diario 16 de Aragón que cierra el 1 de octubre de 1996, también publican el historiador Manuel García Guatas y Cristina Giménez Navarro. En El Periódico de Aragón, que comienza desde octubre de 1990, publica Isabel Biscarri, la cual es sustituida por Chus Tudelilla, que nace en 1961 y es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. A partir de 1989 colabora de forma esporádica en El Día y en El Periódico de Aragón desde sus comienzos. Escribe textos para catálogos y es comisaria de exposiciones.

Jaime Ángel Cañellas, nacido en Épila (Zaragoza) el año 1946, es Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. Director por oposición de la Escuela de Arte de Melilla, 1978 a 1984, cuando regresa a Zaragoza, en 1985, es nombrado director de la Escuela de Arte, de 1987 a 1992. Miembro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza. En Zaragoza se vincula como crítico a El Día, 1990 a 1992, y al semanario El Punto del Ocio, 1992 a 1994. Publica artículos y prologa exposiciones. Comisario exposiciones. Queda Pedro Pablo Azpeitia, hijo de Ángel Azpeitia. Nace en Zaragoza el año 1966 y es Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza. Hasta su cierre dirige con excelente criterio la sala de la Caja Rural de Huesca en Zaragoza. Tanto Héctor López como Pedro Pablo Azpeitia son una consecuencia natural de Ángel Azpeitia y su positiva influencia es el vehículo hacia su independencia como críticos. En Pedro Pablo Azpeitia se perciben muy diferentes lecturas y conclusiones respecto a su padre, sin olvidar una muy notable capacidad de análisis. Con el lenguaje, tan rico y versátil, juega como quiere y sus conferencias y prólogos para exposiciones son intachables.

La actual crítica en Zaragoza, diciembre de 2011, se limita a lo siguiente. Chus Tudelilla en El Periódico de Aragón y Alejandro Ratia y Ricardo García Prats, con críticas y artículos desde Huesca y su provincia, en Heraldo de Aragón, sin olvidar la esporádica presencia del histórico Ángel Azpeitia y alguna crítica del escritor Antón Castro. Asimismo, es imprescindible citar la revista digital AACA, fundada en enero de 2008, en la que ejercen la crítica, entre otros, Jesús Pedro Lorente, José Antonio Val, Manuel Pérez-Lizano Forns, Manuel Sánchez Oms, Ana Puyol y Paula Gonzalo Les, entre otros.

A lo largo de los siglos veinte y veintiuno, una de las singularidades es el artista interesado por la crítica. Hasta los cincuenta sólo tenemos a José y Joaquín Albareda Piazuelo, que firman como Albareda Hermanos, y a Francisco de Cidón. Tras la Guerra Civil, 1936-1939, surge Félix Ferrer Gimeno, que también concluye esculturas, y con posteridad el fotógrafo Alberto Sánchez Millán desde los sesenta. Aunque algunos artistas comiencen la crítica de arte en los ochenta su espíritu es propio de la década anterior, mientras que un número a determinar ejerce la crítica en los setenta. ¿Qué razón existe para que en los noventa desaparezca el artista como crítico de arte? Produce la impresión de que la actitud en contra de la dictadura, incluso el descontento con algunos críticos, motiva el nacimiento del artista como crítico de arte y la normalización política con la democracia provoca su desaparición. Aunque los fotógrafos Alberto Sánchez Millán y Rafael Navarro se interesen por la crítica, corresponde a los pintores el mayor número. Pintores: Jorge Gay, Ángel Aransay, José Luis Lasala, José Luis Cano, Vicente Villarrocha, Fernando Alvira Banzo y, a caballo entre la literatura y la pintura, Antonio Fernández Molina.

Al margen de que ninguna artista sea al mismo tiempo crítica de arte, asunto que carece de importancia y que se justifica por su menor número respecto a los artistas, las tres primeras críticas de arte son Carmen Rábanos Faci, desde 1977, Mercedes Marina, desde 1982, y Desirée Orús, desde 1986, mientras que las cuatro restantes, Alicia Murria, Cristina Giménez Navarro, Isabel Biscarri y Chus Tudelilla, son de los noventa. Se citan, por supuesto, a las que han ejercido, o ejercen, en medios conocidos.

Con Ángel Azpeitia, salvo error, se inicia el primer crítico con título universitario, para aumentar con el tiempo de forma muy sustancial. Un grave problema, al menos en Aragón, es la ausencia de revistas especializadas en arte contemporáneo con solera, no cuentan las del Museo Camón Aznar y del Departamento de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras, ambas en Zaragoza, y el constante cierre de diarios, lo cual imposibilita un amplio abanico con diferentes criterios y una continuidad sin fisuras. A tener muy en cuenta la revista AACADigital, editada trimestralmente por la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte, desde septiembre de 2007.

La Asociación Aragonesa de Críticos de Arte, integrada en la Asociación Española, se funda en Huesca el 28 de junio de 1986 y es la lógica consecuencia de la evidente profesionalización de los críticos de arte. En Huesca, por tanto, se redactan y aprueban los estatutos. Pedro Pablo Azpeitia recoge con meridiana claridad las singularidades de los estatutos. Afirma:

...defensa de nuestra crítica de arte en la Comunidad Autónoma, promoción de las investigaciones e información artística, fomento del desarrollo y conservación del patrimonio artístico de Aragón (entiéndase que el arte actual también es patrimonio, no conviene utilizar el sentido restringido del término), relacionarse con otras asociaciones con objetivos similares, ejercer cuantas tareas de su competencia le sean encomendadas por las administraciones públicas, organizar actividades y servicios comunes de interés para los asociados (ya sean de carácter profesional, formativo, cultural asistencial y otros análogos), organizar cursos y seminarios para la formación profesional y continuada de los críticos de arte, concesión de premios y ayudas para actuaciones de carácter profesional y cualquier actividad que redunde en beneficio de los intereses profesionales del colectivo.

Pueden pertenecer a la asociación quienes se dediquen de manera activa a desarrollar en Aragón la crítica de arte en los medios de comunicación social, o quienes desarrollen una actividad regular a través de cursos, conferencias,artículos, publicaciones y textos dedicados a la investigación del arte, o quienes desempeñen en instituciones públicas o privadas alguna función profesional de conservación o difusión de la obra artística (Azpeitia, 1997).

Se nombra presidente a Ángel Azpeitia y la Junta Directiva está integrada por Jaime Esaín, vicepresidente, Carmen Rábanos Faci, tesorera, Pablo J. Rico, vocal, Ricardo Ramón, vocal, y Jaime Ángel Cañellas, secretario. Cuando Ángel Azpeitia obtiene la presidencia de AECA en 1994, ha de dejar la de AACA, donde es sustituido por Jaime Ángel Cañellas. En 2004 tenemos la siguiente Junta Directiva: Pedro Pablo Azpeitia, presidente, Vicente Villarrocha, vicepresidente, Dolores Durán, secretaria, Fernando Alvira Banzo, tesorero, Virginia Baig, vocal, y Alejandro Ratia, vocal. Desde el 12 de abril de 2007 tenemos la siguiente Junta Directiva: Fernando Alvira Banzo, presidente, Carmen Rábanos Faci, vicepresidente, Pilar Irala Hortal, secretaria, Virginia Baig, tesorera, Jesús Pedro Lorente Lorente, vocal, y José Antonio Val Lisa, vocal. Desde 2009 tenemos, hasta el presente 2011, la siguiente Junta Directiva: Manuel Pérez-Lizano Forns, presidente, Desirée Orús, vicepresidente, Fernando Alvira Banzo, tesorero, Jesús Pedro Lorente Lorente, secretario, Manuel Sanchez Oms, vocal, y Ana Puyol, vocal.

En vínculo con la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte, se organizan una serie de actividades de obligada referencia. Veamos. Del 2 al 6 de diciembre de 1988 se celebra en Zaragoza el IV Congreso Nacional de la Asociación de Críticos de Arte. Además de publicarse el libro Prolegómenos al Manifiesto Pánico o la Tortura del Pollo Urbano, íntimamente relacionado con el zaragozano Grupo Forma de los setenta, también se inaugura la esclarecedora exposición Vanguardia Aragonesa en la Década de los Setenta, con Ángel Azpeitia como comisario. Por otra parte, si cuando en 1990 fallece la crítica de arte Mercedes Marina se realizan diversos homenajes, como Homenaje a Mercedes Marina, con artículos y estudios de diferentes asociados, o la exposición Fotografía Aragonesa en los Ochenta, homenaje a Mercedes Marina, a partir de 1991 se convoca el Premio AACA, el cual, como muy bien sugiere Pedro Pablo Azpeitia, alude a “las artes plásticas para distinguir anualmente los trabajos más destacados en la promoción y difusión de las artes plásticas en Aragón a través de la organización de exposiciones, muestras, exhibiciones y otras actividades similares. Se distinguen la mejor exposición celebrada, la mejor producida en la Comunidad Autónoma, el mejor montaje, la mejor primera individual de un artista, la mejor que haya recorrido al menos tres galerías o salas de exposiciones y la mejor trayectoria de una galería o sala de exposiciones” (Azpeitia, 1997).

 

Del 25 al 27 de noviembre de 1994 se celebra en Huesca el VII Congreso Nacional de la Asociación Española de Críticos de Arte, bajo el tema Los ochenta, algo más que una década. Tema que se desarrolla mediante conferencias y ponencias publicadas con el mismo título por el Ayuntamiento de Huesca.

La Asociación Aragonesa de Críticos de Arte organiza en Zaragoza, del 21 al 24 de septiembre de 2000, el IX Congreso Nacional de la Asociación Española de Críticos de Arte. El tema central del Congreso se titula La crítica de arte del siglo XX en España y consta de las siguientes secciones: Últimas tendencias, a cargo de la Asociación Aragonesa con Jaime Ángel Cañellas, Pedro Pablo Azpeitia y Vicente Villarrocha como conferenciantes, Arte y política, a cargo de la Asociación Valenciana con Teresa Beguiristain, y Crítica y Mercadotecnia a cargo de la Asociación Madrileña con Mario Antolín. Para concluir, en Zaragoza y Huesca se celebra, del 17 al 20 de noviembre de 2011, el XIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Críticos de Arte con motivo de su 50 aniversario, 1961 a 2011, y el 25 de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte. Siempre bajo la coordinación de Begoña Fernández Cabaleiro y Jesús Pedro Lorente Lorente, y con Desirèe Orús como secretaria técnica. Se celebra en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneo Pablo Serrano, de  Zaragoza, días 17, 18 y 20 y en el Instituto de Estudios Altoaragoneses, de Huesca, día 19. Además de numerosas comunicaciones, tenemos las ponencias de Jesús Pedro Lorente Lorente, Begoña Fernández Cabaleiro, Román de la Calle, José Corredor-Matheos, María Isabel Cabrera y Manuel Pérez-Lizano Forns.

La Asociación Aragonesa de Críticos de Arte ha concedido los siguientes premios desde 2007, siempre con motivo de la Asamblea General Ordinaria. Premiados en 2007 y entregados en enero de 2008: Antón Castro por la difusión del arte contemporáneo en el programa “Borradores”, de Aragón Televisión, la Galería Spectrum Sotos, especializada en fotografía y dirigida por Julio Álvarez Sotos, y al pintor Daniel Sahún a la mejor exposición del año.   

Premiados en 2008 y entregados el 15 de diciembre de 2008: Al Ayuntamiento de Zaragoza por la difusión del arte aragonés contemporáneo, a la Galería A del Arte como el más destacado espacio expositivo y el Gran Premio como artista vivo aragonés al escultor Santiago Gimeno.

Con la nueva Junta Directiva, presidida por Manuel Pérez-Lizano Forns, se han otorgado diferentes premios. Premiados en 2009 y entregados el 30 de marzo de 2010: A la Galería Pepe Rebollo, de Zaragoza, como Mejor Espacio de Promoción del Arte Aragonés Contemporáneo, al Heraldo de Aragón el Premio a la Mejor Labor de Difusión del Arte Aragonés Contemporáneo y al artista Javier Codesal el Gran Premio AACA por su exposición, de 2009, en el Palacio de la Virreina de Barcelona. El acto de entrega se celebró en la Galería Pepe Rebollo.

Premiados en 2010 y entregados el 14 de enero de 2011: Premio al Mejor Espacio Expositivo a la Galería Antonia Puyó, de Zaragoza, al Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, por su dedicación en los Coloquios de Arte Aragonés, en la revista Artigrama y en sus tareas cara el público, y al pintor José María Martínez Tendero el Gran Premio por su retrospectiva en el Palacio de Sástago. El acto de entrega se celebró en la Galería Antonia Puyó.

En una reunión de la Junta Directiva, año 2010, con la aprobación de la Asamblea General Ordinaria, se decide otorgar cinco premios en vez de tres, con la intención de abarcar otras singularidades relacionadas con el arte contemporáneo. Premiados en 2011, a entregar en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en enero de 2012. A Vicky Méndiz, como Artista Aragonés Menor de 35 Años, por su exposición ´Cosas que Perduran`, al libro Aragón y el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, escrito por Manuel Pérez-Lizano Forns, como Mejor Publicación sobre Arte Aragonés Contemporáneo, al Museo de Teruel, por la Mejor Labor de Difusión del Arte Aragonés Contemporáneo, al Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, como Espacio Expositivo sobre Arte Contemporáneo, y al pintor Santiago Arranz, el Gran Premio por su exposición retrospectiva en La Lonja de Zaragoza.

En septiembre de 2007 se funda la revista trimestral Aacadigital.com, que la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte presenta en acto público celebrado en el Casino de Huesca a principios de enero de 2008, con motivo de la entrega de premios de la AACA. Está dirigida por Jesús Pedro Lorente Lorente, profesor de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza, y cumple una función imprescindible para los miembros de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte.

Lo señalado demuestra la madurez y relevancia de la AACA, que pone en su sitio a quien corresponde, soluciona dispares problemas, define la complejidad del crítico de arte y defiende los naturales compromisos, los lógicos intereses, de cualquier crítico de arte en ejercicio.

ALVIRA BANZO, Fernando (2000): «Félix Ferrer Gimeno. Promotor del Arte en Huesca en el final del milenio», en AAVV, El arte aragonés en el final del milenio, Zaragoza, AACA/Diputación General de Aragónpp. p. 9-30.

AZPEITIA, Pedro Pablo (1997) Voz para Gran Enciclopedia Aragonesa, Apéndice III, Edita Aragonalis, Zaragoza, 1997, páginas 125 y 126. También puede consultarse en Gran Enciclopedia Aragonesa 2000, Edita El Periódico de Aragón (Zaragoza) y Prensa Diaria Aragonesa, Zaragoza, 2000, Tomo 7, páginas 1694 a 1696.

GARCÍA GUATAS, Manuel (1976): Pintura y arte aragonés (1885-1951), Zaragoza, Librería General, Colección Aragón, 1976.

Manuel PÉREZ-LIZANO FORNS
Presidente de AACA

Fecha de Entrega: 27/12/2011
Fecha de Admisión: 30/12/2011


<< volver imprimir