La pintura de Chema Durán
Los placeres de la imaginación
Resumen:
Breve semblanza del pintor aragonés Chema Durán (Barbastro, 1954) perteneciente a la generación de la posmodernidad, que floreció en los primeros años ochenta del siglo pasado. Un autor que se mueve con soltura dentro de un campo expresionista, alternando la pintura figurativa y la abstracción de signo constructivista. Chema Durán destaca por su dominio en la técnica del collage que le permite materializar un universo propio y diferente.
Abstract: Short essay about the Aragonese painter Chema Durán (Barbastro, 1954), belonging to the Postmodern generation, flourishing in the early 80's. An author fluent in an Expressionist language, combining figurative and abstract paintings of Construcitivist style. Chema Durán's outstanding domain of collage allows him to shape his own particular and different universe.
Palabras clave castellano: collages, pintura, postmodernidad, Chema Durán
Palabras clave inglés: collages, painting, postmodernity, Chema Durán
El que posee una imaginación delicada, participa de muchos y grandes placeres, de que no puede disfrutar un hombre vulgar. Puede conversar con una pintura, y hallar en una estatua una compañera agradable, encuentra un deleyte secreto en una descripción, y á veces siente mayor satisfacción en la perspectiva de los campos y de los prados, que la que tiene otro en poseerlos. La viveza de su imaginación le da un especie de propiedad sobre quanto mira, y hace que sirvan a sus placeres las partes más eriales de la naturaleza (: en verdad pone tal viveza en todas las cosas que mira, que incluso disfruta de los páramos más baldíos; así contempla el mundo bajo una luz especial descubriendo muchos encantos que, para la mayor parte de la humanidad, permanecen ocultos. Joseph Addison
Hablamos de la imaginación, ese componente que como afirma Joseph Addison, potencia la transformación de la realidad, que permite gozar de un estado distinto. Según el diccionario: “La facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales”. Fantasía propuesta por Addison, pero mediante el acuerdo progresivo y coordinado de imaginación, acción y razón. Imaginación, acción y razón que desempeñan una tarea clave en la conformación de la obra de Chema Durán (Barbastro, 1954). Un autor que siempre nos cuenta nuevas historias, con un profundo sentido de la mirada y de la expresión. Durán es también un buen distribuidor del color que domina con muy personales facultades la técnica del collage. Y en este terreno intermedio, que no por ello un arte menor, es donde el pintor se mueve con mayor libertad, dejándonos al descubierto una sensibilidad fuera de los convencionalismos. Existe una generación de artistas barbastrenses con distintas inquietudes y técnicas creativas, nacidos en la década de los cincuenta a las que pertenecen el pintor Chema Durán, José María Mur López (Colungo, Huesca, 1956) Evaristo Albadalejo y el pintor Fernando Estallo. Una generación de poetas y pintores que han logrado valiosos aportes al quehacer literario, artístico y cultural. Nuestro protagonista durante su juventud permanece unido a la generación de artistas locales emergentes en la ciudad. La gran mayoría de los autores que van a configurar esta generación, nacen a comienzos de los cincuenta, salvo contadas excepciones que nacen en los sesenta, dentro de un periodo en que se advierte gran protesta contra el franquismo. Posteriormente en 1976 el artista se trasladara a Huesca, en donde reside hasta la actualidad. Es en la capital oscense donde este autor comienza su andadura artística y será su momento de reflexión con la pintura. Durán es de la misma generación que los pintores oscenses .Vicente Badenes, Alberto Carrera, Enrique Torrijos, Teresa Salcedo, Pilar Bernard y del escultor Eduardo Cajal. Con quienes a participado conjuntamente en varias exposiciones colectivas. Chema Durán inicia su obra desde la figuración, moviéndose después en paralelo con los postulados de la posmodernidad que floreció en los años ochenta, con propuestas internacionales que propugnaron el retorno a la pintura, denominada por los críticos y comisarios La generación del entusiasmo. Una generación que representa un lazo de unión entre la figuración y la abstracción. Un movimiento heterogéneo que exaltaba la individualidad y cuyas premisas eran: el goce y la individualidad. Este autor se vincula pues a este ecléctico conjunto. Sin embargo su nombre no aparece en las diversas clasificaciones de pintores aragoneses que empezaron a pintar en los ochenta. Aún así existen algunas reseñan sobre su obra hechas por críticos como Fernando Alvira, Ángel Azpeitia, Pedro Pablo Azpeitia, María Jesús Buil, Alejandro Ratia, en revistas, catálogos y libros especializados en arte. Dar espacio a este autor dentro del discurso crítico, me parece fundamental para entender el contexto de la pintura aragonesa de finales del siglo XX. Cuando un elenco de artistas echaron los cimientos de lo que sería un arte basado en el optimismo y en énfasis por dialogar con los artistas contemporáneos. En una tradición que compartía además la experiencia de la aceptación y la trasgresión, a través de un lenguaje que proviene de la relectura de la historia del arte. En segundo lugar, me parece fundamental, porque todavía no disponemos de estudios que permitan transitar por las figuras individuales de finales del siglo XX, en un momento con aportes particulares que posibilitaron su inclusión en los circuitos nacionales y extranjeros. Autores que sintetizan una especie de espiritualidad salvaje, determinada por un conjunto de aspectos y estéticas manifestadas a través de antítesis como, vida/ muerte, ironía / franqueza, ingenuidad/agudeza, materialismo/ espiritualismo. Podemos hablar por consiguiente de posicionamientos ambiguos. Pero al mismo tiempo experimental. Por último, quiero señalar que mi intención con este pequeño artículo, es contribuir al reposicionamiento de este artista en la plástica aragonesa, propiciando la oportunidad para investigar y reconocer las aportaciones de este pintor, que si bien siempre ha mantenido una autonomía propia, es un autor circunscrito en su época.
Un apunte a su obra
La obra de Chema Durán no es un trabajo que siga una evolución lineal en el tiempo. Su proceso artístico puede entenderse como un movimiento ondulante, que parte de un momento figurativo, pero siempre explorando muchos territorios y tendencias artísticas. Desde la figuración de corte más académico en su juventud, hasta la fase en donde reivindica como los Nuevos Salvajes, o NeoExpresionistas, un retorno al gesto, al lienzo y la expresividad de la pintura, para entrar, posteriormente en los presupuestos figurativos del constructivismo. Una propuesta claramente recortada de la unión de corrientes estéticas de la vanguardia. Por un lado una pintura figurativa, cálida, espesa y rica en texturas y tratada de un modo muy libre. Por otro la abstracción de signo constructivista dando énfasis a la línea y el plano. Un recorrido hilado sobre sucesivos encuentros con el jazz, el desnudo, el retrato, el paisaje urbano, y un amplio abanico de temas relacionados con las formas geométricas, o sintetización geométrica de otros motivos. Siempre con rápidas mutaciones, diría que de manera instintiva, que no ensombrecen su trayectoria plástica. Otras de las constantes más continuadas en la producción de Durán, ha sido la utilización del collage, con trozos de papel y cartón que se adhieren al lienzo, al papel o a la tabla. Las tijeras sustituyen al pincel para crear delicados universos, proponiendo soluciones diferentes, unas veces más colorista, otras dando especial atención a la composición. Consiguiendo una personal y original iconografía propia. El collage será pues una de las cartografías fundamentales a partir del cual entender el proceso creativo de este artista. Un medio con el que experimenta nuevas reformulaciones, asomos y tanteos de los procesos que surgen de su interior. Del vagar, divagar, sonreír, de los días de agitación y de abundancia, pero también de los tiempos de introspección y soledad. Chema Durán eleva anclas, y se transforma, se diluye en sus obras con mil guiños que ceden a luminosos mundos, a sutiles laberintos donde domina el claro círculo, óvalos de ambigua geometría, estructuras de formas y figuras perfiladas e intuidas que ennoblecen la humilde materia del papel o del lienzo .Cada pieza es un pequeño experimento que no deja indiferente. Un rapto a nuestra mirada. El espacio se ha reducido y concretado en la España de este nuevo milenio, donde el artista ha sido salvajemente asilado en las celdas de la uniformidad. Sin embargo, una luz y una esperanza, la imaginación y la razón pugnan por abrirse camino, y a ellas responde la pintura de este artista que va con la cabeza por delante. Como diría Paul Éluard. : Yo voy con la cabeza por delante/ saludando un nuevo secreto/ EL nacimiento de las imágenes
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Addinson, Joseph, Los placeres de la imaginación y otros ensayos de The Spectador, Madrid, Ed. Visor. Col. La Balsa de la Medusa 37, 1991 Contemporáneos. Cien años de expresión artística en Barbastro, catálogo de la exposición del 8-25 de marzo 2010. Centro de congresos de Barbastro Éluard, Paul, El amor y la poesía, Madrid, Visor, 1981(Traducción: Manuel Álvarez Ortega) Mur López, José María en. Pinturas, dibujos y collages. Durán, catálogo de la exposición, 3-30 de noviembre de 1999. Sala de exposiciones de La UNED de Barbastro Mur, José maría, Interminable el desengaño. Evaristo Albadalejo, Fernando Estallo, José María Mur. Imprime Cometa S.A, Zaragoza, 1992 Wescher, Herta, La historia del Collage, Gustavo Gili, Barcelona, 1977
Virginia BAIG OMELLA
Miembro de AACA, AECA y AICA Fecha de Entrega: 06/09/2010 Fecha de Admisión: 17/09/2010 << volver |
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