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Guiños de Japón en la Galería Calvo i Mayayo de Zaragoza
La galería Calvo i Mayayo de Zaragoza acogió desde el 15 al 30 de septiembre una interesante propuesta expositiva que reunía obra de veinte creadores de diferentes nacionalidades, mayoritariamente españoles y nipones, que proceden de diversos campos como la pintura, el grabado o la joyería. No obstante, todos ellos poseen un denominador común como es el hecho de que viven o han vivido en nuestro país y que sus trayectorias están relacionadas directa o indirectamente con Japón. Este proyecto de carácter bianual, que cumple en esta ocasión su segunda edición y cuyo alma mater es la polifacética Fumiko Nakajima, cuenta entre sus principales objetivos tanto la difusión del arte contemporáneo español en Japón como la de su homólogo nipón en España. Nakajima conoció a la mayoría de los artistas que están representados en la muestra a lo largo de los catorce años que estuvo residiendo en Barcelona, lo cual le permitió, a su regreso a Japón, emprender esta aventura con el fin de tender puentes entre ambas culturas. A este respecto, dicha creadora manifestaba sus intenciones de la siguiente manera: “Quería hacer algo para expresar mi agradecimiento a España, la gente y la tierra, mis amigos y la naturaleza (…). Cuando volví aquí (…) noté la carencia de la información del arte español en Japón. La gente conoce el flamenco y los toros pero está muy lejos del arte español contemporáneo, especialmente la joyería contemporánea. Quería dar una idea del arte español de hoy día y deseaba que se sintiera la diferencia de la sensación de las obras españolas y de las japonesas”. De este modo, antes de arribar a tierras aragonesas, concretamente en julio de este mismo año, esta muestra se expuso en la Galería Malle de Tokio, donde despertó un gran interés y alcanzó un enorme éxito. En lo relativo a la exposición celebrada en Zaragoza, este evento sobresalía enormemente por su singular planteamiento y por la frescura que aportaba al panorama expositivo de nuestra ciudad a pesar de presentarse con un montaje menos elaborado que el llevado a cabo en la sala tokiota y con algunas importantes ausencias -en relación a lo que en Japón se pudo admirar-, sobre todo, en el ámbito de la cerámica y de la escultura. Una de las propuestas más sobresalientes de la exposición era la relativa a la de joyería de autor, una manifestación de gran interés por la que la galería Calvo i Mayayo apuesta con gran fuerza y acierto y que no ha sido tan valorada en los círculos artísticos como se debiera. A este respecto, destacaba, sobre todo, la sutileza y la elegancia de las creaciones de Erika Hartje, la originalidad y la levedad de las joyas de la citada Fumiko Nakajima o la sorprendente y colorida interpretación que la aragonesa María José Espinosa planteaba sobre la idea del apasionamiento –temática bajo la cual se reunieron en Japón todas estas obras. Por otro lado, también debemos subrayar la magnífica muestra de obra gráfica que venía avalada por figuras como Silvia Pagliano a través de una serie de piezas de una sencilla pero dinámica abstracción o Esther Sunyer y su exquisito análisis de los bosques boreales. Asimismo, Naoko Nakamoto sorprendía con sus puntas secas enmarcables en el grabado de temática social y Mieko Sugita teñía la escena de color gracias a sus alegres litografías. En lo que respecta a la pintura y el dibujo, lo cierto es que estas manifestaciones estaban representadas con obras de calidad desigual. No obstante, se encontraban sobresalientes excepciones como los delicados frottages de José Sanova y las piezas de Kumiko Fujimura, quien, trabajando en torno al tema del movimiento, ha logrado renovar el sumi-e o pintura a la tinta gracias a su gran refinamiento técnico y estético. En definitiva, esta exposición en la que también han participado artistas como Pere Virgili, Kyoko Shiomi, Mieko Sugita, Ana Novella, Annabcn (Anna González y Maria Josep Forcadell), Joaquim Pijoan, Chikako Shiomi, Miguel Martínez Massa, Anna Puiggròs o Juan Riusech proporcionaba una oportunidad de primer orden para poder valorar las aportaciones de todos estos artistas y las diferencias y similitudes existentes entre unos y otros, así como también establecía un interesante diálogo entre la plástica española y la nipona. Además, Guiños de Japón se trata de una iniciativa muy plausible y valiente por acercarnos una visión creativa, personal y diferente, como es la que han desarrollado los artistas japoneses que residen o han residido en nuestro país. Una óptica que, lamentablemente, a pesar de su interés y originalidad, no ha alcanzado todavía en las salas zaragozanas la representación que merece.
Laura CLAVERÍA GARCÍA
Becaria de investigación en el Depto. de Hª del Arte, Univ. de Zaragoza Fecha de Entrega: 18/10/2009 Fecha de Admisión: 20/10/2009 << volver ![]() |
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