Degas en blanco y negro: dibujos, estampas y fotografías
Bibliothèque Nationale de France, París, del 31 de mayo al 31 de septiembre de 2023
La Biblioteca Nacional de Francia, en su sede de Richelieu, ofrece durante los meses de este verano una muestra inédita sobre Edgar Degas (1834-1917) y su faceta más desconocida como dibujante, grabador y fotógrafo. La muestra propone un recorrido por 160 obras en las que puede leerse, en blanco y negro, la evolución estética y vital de este célebre artista del Impresionismo francés. Cabe destacar, en primer lugar, la labor de sus cuatro comisarios —Henri Loyrette, Sylvie Aubenas, Valérie Sueur-Hermel y Flora Triebel—, encargados de reunir obras que proceden fundamentalmente de la propia BNF, el Institut National d’Histoire de l’Art, el Musée d’Orsay y el Metropolitan Museum de Nueva York. Degas, al igual que sucede con Monet, Sisley o Pissarro, ha sido el objeto de innumerables exposiciones en un contexto internacional. El Impresionismo sigue siendo uno de los movimientos artísticos más accesibles al gran público, lo que anima a ciertas instituciones a la concepción de exposiciones en formato blockbuster, que reciben un número muy elevado de visitantes y consiguen recabar importantes beneficios económicos. De ahí la excepcionalidad de esta muestra de la BNF en la que toda la atención se sitúa sobre facetas menos conocidas de la obra de Degas. La muestra parte de una afirmación que podría resultar paradójica en palabras de un artista conocido, sobre todo, por su óleos y pasteles: “Si tuviese que volver a vivir mi vida, trabajaría solo en blanco y negro”. La primera parte de la exposición ha sido consagrada a los dibujos de juventud del artista, destacando sus copias de Rembrandt y sus dibujos en pequeños cuadernos que fueron donados por el hermano del artista al gabinete de estampas de la BNF en 1921. Desde muy joven Degas admiró el blanco y negro. Descubrió la estampa en 1856 y desde finales de los años 60 realiza abundantes retratos grabados. Al mismo tiempo efectúa dibujos a lápiz, pluma o aguada en los citados cuadernos. Se trata de croquis tomados del natural en los que, tempranamente, se aprecia la vocación realista que culminará en la década siguiente. Es precisamente en los años 70 del siglo XIX cuando culmina su labor de grabador. En 1874 participó en la primera exposición impresionista con una pintura titulada Répétition de ballet sur la scène, en la que ya apostaba por el blanco y el negro, utilizando una paleta de tonos grises. Un año después retomó sus investigaciones sobre arte gráfico y experimentó con diferentes técnicas. Hizo suyo el procedimiento del monotipo, consistente en efectuar un dibujo a la tinta sobre una plancha, que solo permite una única tirada. En colaboración con sus amigos Camille Pissarro y Mary Cassatt, Degas creó una especie de “cocina” del grabador, en la que experimentó con el aguafuerte, la punta seca, el aguatinta o el barniz blando. A pesar de ser acusado en ocasiones de tener un carácter duro, Degas dio muestra a lo largo de su vida de su buena capacidad para mantener un círculo de amigos cercanos con los que emprendió abundantes proyectos artísticos. Este fue el caso de la revista Le Jour et la Nuit, una publicación periódica ideada por el pintor junto con Félix Bracquemond, Camille Pissarro, Mary Cassatt y Jean-Louis Forain y en la que pretendían publicar grabados originales. Por desgracia, la revista nunca llegó a ver la luz, pero esta exposición recupera su historia y poner en valor su carácter innovador. Para esta revista Degas concibió una de sus planchas más bellas en la que representó a Mary Cassatt paseando por el Louvre. La muestra no comete el error de separar la obra gráfica del artista de su producción pictórica. Al contrario, también permite comprender cómo los mismos temas abordados en los cuadros son los que se aprecian en los grabados y los dibujos. En este sentido podemos comprobar cómo, en blanco y negro, Degas prestó una especial atención a los interiores de bares, cafés, teatros, salas de espectáculos y otros espacios de la esfera pública parisina. Además, uno de sus temas predilectos fueron los desnudos femeninos a través de las escenas de toilettes. Las imágenes de mujeres bañándose constituyen una constante, sobre todo en los años 90, década en la que continúa sus experimentaciones técnicas con la litografía. Por desgracia, ciertos problemas oculares le obligaron a dejar de lado esta vía. Un último aspecto innovador que esta muestra pone en valor es la faceta de Degas como coleccionista. Durante los años 90 adquirió abundantes estampas de maestros precedentes como Ingres o Delacroix y contemporáneos amigos suyos como Manet, Berthe Morisot, Cézanne o Cassatt. Por desgracia, tras su muerte se dispersaron, motivo por el cual esta vertiente de coleccionista no ha sido suficientemente investigada hasta ahora.
Guillermo JUBERÍAS GRACIA
Doctor en Historia del Arte y docente en la Université de Bretagne-Sud. Secretario de AACADigital. Fecha de Entrega: 15/06/2023 Fecha de Admisión: 29/06/2023 << volver |
|||||||