Número 17 | Diciembre de 2011
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Entrevista a Santiago Arranz, Gran Premio AACA2011
 
 
Palabras clave castellano: Santiago Arranz, pintor y escultor
Palabras clave inglés: Santiago Arranz, painter and sculptor

Artista de espíritu renacentista despliega su fecundo lenguaje creativo a través de la pintura y la escultura. Su obra se nutre de un lenguaje personal de signos y símbolos que ha ido hilvanando desde la década de los 90 y que son patentes en distintos edificios y espacios públicos de Zaragoza, como el Centro de Historias o Plaza 14. Historiador de formación, su carácter intuitivo y su natural introspección le llevan al ejercicio autodidacta de la profesión desde una manera esencial. Santiago Arranz no concibe el arte sin la autenticidad y la investigación constante del origen cultural de los elementos que va apareciendo en sus trabajos. La AACA Asociación Aragonesa de Críticos de Arte le ha concedido el gran premio al más destacado artista aragonés contemporáneo por su exposición “Una y otra realidad” que tiene lugar en La Lonja de Zaragoza, del Ayuntamiento de la ciudad, del 7 de octubre de 2011 al 8 de enero de 2012. Santiago Arranz comienza con estas palabras el texto introductor del catálogo “De la visión del arte como vehículo de expresión de ideas o sentimientos surge Una y otra realidad, un compromiso dual con la realidad a través de los símbolos extraídos de ella y sus infinitas posibilidades de reencarnarse en material artístico desde el subconsciente, la literatura o el concepto”.

 

 

P. Tras la primera exposición individual de Santiago Arranz en tu Sabiñánigo natal, irrumpe con fuerza en Zaragoza con dos exposiciones en los años 80, que tuvieron un gran calado. Entonces tu mundo plástico se nutría de imágenes expresionistas pero también con referencias literarias. ¿Qué es lo que más te interesaba a nivel plástico y personal en esos momentos?

 

 

R. Realizaba una pintura autorreferencial y épica a la vez. El hombre en el paisaje era el tema de estas telas, donde el fin último era “gozar pintando”, aunque  no sin una cierta  reserva irónica que me servía para explorar el mundo, la literatura y el arte, lo que me interesaba en una sociedad en la que no encajaba y de la que me apartaba para generar imágenes interiores.

 

 

 P. Comienza una carrera en la que desde el principio has sido invitado a participar  en bienales, exposiciones colectivas a nivel internacional, proyectos ..¿Cómo se vive ese momento de tanta actividad siendo joven?. ¿Surgen los momentos de dudas, miedos?

 

R. Siempre estoy esperando un proyecto que me active. Estoy acostumbrado a trabajar  desde el principio y hago todo lo posible por que así sea, con las mismas dudas y miedos con los que empecé. Lo que me deprime es la falta de actividad y lo que me inquieta es que la profesionalización de las artes esté desapareciendo y entrando en el arte con la idea de que la artisticidad se apoye en otro trabajo.

 

 

P. Una beca para estudios artísticos en Francia concedida por la Diputación de Zaragoza, te lleva a instalarse en el municipio francés de Fontainebleau. ¿Qué supuso este cambio?

 

R. El Centre National des Arts Plastiques de Paris, donde me dirigí inicialmente, me propuso un taller en Fontainebleau, a unos 50 km. De Paris. Acepté mi destino sin intentar cambiarlo, lo que dió lugar a un cambio inesperado en mi obra,  que supuso el abandono de la figura humana y el interés por los jardines y la arquitectura que rodeaban  mi taller, un salón decimonónico de baile de un antiguo hotel, donde se alojaban estudiantes de la escuela de minas de París procedentes de todo el mundo. En este contexto y al lado de los jardines que rodean el castillo de Fontainebleau surge mi primera serie pictórica “Fontainebleau” en el exilio, que  vivo como una sublimación pictórica  de los lugares ligados a mi experiencia personal.

 

P. Paso fundamental será la decisión de no volver a España y fijar la residencia en Paris en 1987. Además, al riesgo personal se une un cambio en tu obra donde tendrá una presencia fundamental el mundo clásico.Además forjas una intensa amistas con el crítico y escritor Gérard Georges Lemaire. Cómo fue ese periodo.

 

R. Ganar la primera beca Ramón Acín de la Diputación de Huesca me va a permitir instalarme en Paris a partir de 1989. Mi interés por el mito y las culturas antiguas y el mundo de los símbolos ya me han llevado desde finales de 1988 a experimentar con los pigmentos en polvo sobre tabla, abandonando momentáneamente el óleo; y cuando G.G. Lemaire me selecciona para participar en “Saturnus” apenas tengo que hacer nada para adecuar mis cuadros al plan de esta exposición que trata del tiempo histórico, de cronos y la melancolía de Saturno, temas arquetípicos en mi obra.

 

En Paris descubro que literatura y arte se nutren mutuamente. Es frecuente la relación con escritores y el arte literario, que siempre es otra nueva creación, está bien visto en Francia, si bien hay que recordar que mi primera incursión en un proyecto literario la propició mi participación en Percorso di città invisibili, laexposición comisariada  por Pablo J. Rico en la iglesia de San Bartolomeo en Rialto durante la Bienal de Venecia del año 1990, mi primera traducción a imágenes de la literatura, aún vigente, por su importancia, en mi exposición de la Lonja.

 

Otro momento importante en la evolución de mi arte, también ligado  a la literatura y a Paris, fue la realización de las letras capitulares del diccionario del surrealismo “Le monde du surrealisme”, del escritor Gérard de Cortanze , ed. Henry Veyryer, Paris, 1991. Este abecedario antropomorfo, surgido de un encargo inesperado y urgente que debía resolver en un fin de semana, va a caracterizar mi lenguaje definitivamente. Lo que supuso el descubrimiento de animar figurativamente la escritura,  al soldar la forma y la idea, convertía mi pintura en lenguaje, y una de las principales preocupaciones  en las que se debatía mi trabajo en ese momento, quedaba resuelta para siempre.

 

P. A comienzos de la década de los 90 aparece el vocabulario, un nuevo lenguaje de signos y símbolos que irás ligando a proyectos para espacios públicos, ya de vuelta en Aragón. Entre los proyectos municipales destacan la Casa de los Morlanes, el antiguo Convento de San Agustín (Biblioteca Municipal María Moliner) y el Centro de Historias. ¿Cómo evoluciona ese lenguaje?

 

R. A partir de mi obra Abecedario, cada proyecto está basado en un sistema de signos y símbolos que le es propio. Estas iconografías de extensión variable, las aplico, tanto como sistema de representación en pinturas murales como las Cúpulas de la nueva sede de urbanismo en el Cubo, o el Mural del palacio de los Morlanes, ambas en Zaragoza, o bien como sistema de construcción en proyectos arquitectónicos como la Escuela de Restauración Capuchinas en Huesca o el Centro de Historia y la Biblioteca María Moliner en Zaragoza, entre otros.

        

La proyección de los vocabularios en los espacios, aunque puede también ser narrativa como se demuestra en el Centro de Historia, es una manifestación contenida y limitada voluntariamente al significante. Con esto pretendo no convertir los espacios públicos en una representación  de mis emociones y, aunque conserven el latido de mi poesía, esta queda objetivada por la arquitectura. Sin embargo estos vocabularios se muestran sin reservas cuando afronto la pintura en la que mi implicación emocional es total, como se puede ver en mis últimos cuadros, realizados en 2010-2011 para la Lonja.

P. La escultura siempre te ha acompañado pero a partir de 2006 alcanza un importante protagonismo, unido a los encargos de carácter monumental de carácter urbano como el conjunto de elementos totémicos que simbolizan la unión del agua y la música, la danza y el cine, instalados en 2008 en Zaragoza o la pieza “Al final del congosto, la libertad” que se puede ver  la rotonda de acceso al municipio de Castejón de Sos, de este mismo año. Cómo te planteas la escultura Pública.

 

R. Al igual que en mis intervenciones en espacios arquitectónicos, la escultura ha de entenderse en su entorno y con todas las motivaciones, muchas veces ajenas al artista, que generan su necesidad.

Al tratarse de obras en relación al espacio y al público al que se le impone su contemplación, hay que tratar de ser sensible a estos argumentos y huir de  las elucubraciones personales, poniendo toda la energía en la  realización de un buen trabajo con la forma y la escala.

 

P. La  AACA Asociación Aragonesa de Críticos de Arte te ha concedido el gran premio al más destacado artista aragonés contemporáneo por tu exposición “Una y otra realidad” que se celebra en La Lonja de Zaragoza, del 7 de octubre de 2011 al 8  de enero de 2012. ¿Qué ha supuesto esta exposición?.

 

R. Un debate interior muy profundo en el que  cuestionarme cómo adecuarme  en el futuro a un mundo del arte en constante cambio.

Se trata de una exposición de media carrera y, aunque parezca una meta, sólo es una etapa de la que creo haber salido reforzado.

Ha sido una exposición que ha gustado, que han visitado más de 60.000 personas en el más bello espacio de exposiciones de Zaragoza y además el esfuerzo ha sido reconocido por la AACA, una satisfacción ultima a añadir.

Desirèe Orús
Vicepresidenta de AACA

Fecha de Entrega: 27/12/2011
Fecha de Admisión: 28/12/2011


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