![]() |
|||||||||||||||
![]()
Orús, pintor oficial de la Peña Niké, pintor genial
Resumen: Con motivo de la última exposición realizada por el pintor José Orús, hablamos con él en su estudio sobre la misma, y aprovechamos la ocasión para remontarnos a sus orígenes como artista. Abstract: On the occasion of the last exhibition performed by the painter José Orús, we talk with him about it in his studio, and we take the opportunity to go back to his origins as an artist. El pintor José Orús ha expuesto sus últimas obras en el Torreón Fortea[i]. Se trata, como siempre acostumbra, de una muestra magnífica, muy cuidada y meditada, en la que no ha dejado nada al azar. Es el pintor de los espacios y la materia en continua transformación y movimiento. No le gusta hablar de su pintura, si bien, aquí ha dejado claro que se trata del ciclo de la vida: la vida, el fluir de la misma como un río que inexorablemente sigue su curso, la enfermedad, la muerte, la esperanza, el renacer. Sus formas puras, dinámicas y vibrantes nos atraen hacia el abismo, a lo más profundo de esos agujeros que nos engullen dejándonos momentáneamente fuera de este mundo y llevándonos a su recóndito mundo interior. Sus colores nos llegan a helar o nos pueden abrasar con su incandescencia. El maestro guarda celosamente el secreto de su alquimia, de sus investigaciones y su técnica, lo que da más misterio, si eso es posible, a sus poéticas composiciones. La luz negra a la que somete a sus obras da otra imagen de la misma realidad, son Mundos Paralelos (Orús,1993:18) .
Tras la clausura de esta exposición hemos podido hablar con el artista en su estudio, partiendo de lo último realizado hemos viajado a los orígenes de su pintura, haciendo un rápido recorrido a sus más de 60 años de trayectoria artística, si bien Orús no considera sus años de formación, entiende que su momento como pintor se inicia en 1950, año en que realiza su primera exposición individual. Le deseamos una rápida recuperación de su convalecencia y pronta toma de contacto con sus nuevas obras, porque sabemos que tiene mucho que contar y que pintar.
Pregunta: Su última exposición realizada en el Torreón Fortea en noviembre, Tránsito ¿Es tránsito o renacer? ¿O es lo mismo?
Respuesta: No, no es lo mismo, transito es un paso de la última etapa de mi vida, ya tengo muchos años. Es una exposición muy significativa, con una visión correlativa de los hechos, de lo que es la vida y de lo que es la muerte también.
P: Esta relatando un momento muy triste, y en cambio es una exposición muy colorista, más colorista si cabe.
R: Yo creo que no, empieza en un principio de lo que es el tránsito, el final de la vida y acaba con un renacer, con una esperanza, de ahí que al final se convierte en algo muy colorista, aunque uno sea mayor, siempre hay una esperanza.
P: A partir de ahora ¿Qué es lo que está haciendo? ¿En qué está trabajando? ¿Va a haber más evolución?
R: Siempre, más evolución siempre. Ahora lo que quiero es ponerme bien, estoy convaleciente, me han operado. Pero esto nuestro es como los vinos, cuanto más viejos mejor, en la pintura es lo mismo, trabajas con menos intensidad, pero con más serenidad, sabiendo que queda menos tiempo.
P: A la hora de trabajar, los cuadros parecen muy meditados ¿Es un artista de concepción lenta de la obra?
R: Si, mis cuadros tienen una elaboración muy lenta y muy complicada, pero no ahora, toda mi vida, he sido un pintor de pocos cuadros en mi vida, entendámonos, razonablemente no soy Picasso para hacer 10.000 cuadros. Efectivamente cada vez que hago un cuadro tengo que meditarlo bien, hasta el límite posible de perfección.
P: ¿No trabaja nunca en varios cuadros a la vez?
R: Siempre trabajo en un solo cuadro.
P: ¿Qué es lo que más le gusta de las nuevas tendencias artísticas? No me refiero sólo a pintura.
R: Bueno, yo estoy metido en mi estudio y en mi obra y desde luego conozco las nuevas tendencias, pero no como para dar una opinión.
P: Vamos a pasar de lo último a los orígenes. Usted es pintor, pero tengo entendido que es también poeta.
R: Fui. Yo era de la Peña Niké, fundador de la peña Niké con Miguel Labordeta y todos esos poetas, en aquellos tiempos era poeta, escritor, pintaba… hasta que me decidí realmente, no tenía nada que hacer como poeta y fui pintor.
P: ¿Y lo dejó totalmente?
R: Si.
P: Igual que los artistas que han estudiado música reflejan en sus obras esa armonía, ese ritmo, en su obra se evidencia su tendencia poética.
R: Bueno es una visión, desde luego.
P: Usted comienza a pintar muy joven, creo que en 1947 ya estaba pintando.
R: Si, en esos años estaba haciendo pintura y poesía, pero estaba completamente en formación, hasta 1950 no hice ninguna exposición, individual, se entiende. Aquellos tiempos eran otros tiempos, además haciendo un tipo de pintura diferente… Cuando decidí trabajar en mi línea, lo deje todo y continué en la línea que yo me había proyectado.
P: Cuando empieza a pintar ¿Con qué tendencia lo hace? ¿Un cierto surrealismo, figuración?
R: Bueno, en aquellos años no se puede considerar que pintara, en principio en 1949 empiezo a hacer una pintura que podríamos llamar surrealista, pero cuando yo realmente empiezo a pintar ya pinto con un estilo nuevo, que después lo llamaron Informalismo.
P: Lo más antiguo que conozco es del año 1950, es abstracción, y ya en 1952 tenemos totalmente Informalismo. ¿Podemos decir que es el pionero?
R: Si, los pintores que había eran principalmente abstractos geométricos, y a mí se me ocurrió trabajar a base de materia, coger tierras…
P: ¿Qué le influye en sus primeras manifestaciones pictóricas? ¿Viajaba?
R: ¿Cómo iba a viajar a esa edad? No, influencia de nadie, es más no puedes ser influenciado en algo que no existe, no tiene sentido. Cuando yo empecé a trabajar en esta línea no había nada, nadie que hiciese algo así.
P: Usted siempre ha investigando en la materia, en estos primeros cuadros ¿qué materiales empleaba?
R: Desde el principio pigmentos, pigmentos puros. Yo no me he dedicado nunca al tubico, los colores me los he hecho siempre yo.
P: ¿Ha seguido haciendo su cocina a lo largo de toda su trayectoria?
R: Siempre.
P: Con pigmentos puros ¿Con que los aglutina?
R: Depende, la gama química puede ser montones de cosas. Normalmente cada cuadro, cada color, cada tendencia necesita una cocina diferente.
P: En la década de los años 50, experimenta bastantes cambios. Las obras siempre nos van a anunciar lo que va a venir después, con independencia de la técnica.
R: En realidad, siempre pinto lo mismo, desde el principio desde 1950 hasta ayer, siempre he pintado lo mismo, magma, un mundo cósmico, un mundo de energía y materia. El procedimiento ha evolucionado, por el conocimiento, los descubrimientos, porque soy un pintor investigador. En esa década si, pero la siguiente década también sigo investigando, y la siguiente, y hasta hoy sigo investigando. Cambia la técnica pero no son cambios, es una evolución.
P: En los primeros cuadros informalistas la materia está dispersa por toda la superficie del cuadro, al poco tiempo empieza a concentrarse en una masa central ¿A qué se debe?
R: Mi pintura es como una escalera, un peldaño lleva a otro, hay una explicación clara y convincente de toda la evolución. Es diferente, un universo es un total, una parte de ese universo es una masa, un cuerpo. Mi mundo lo plasmo a través del cuadro según una evolución mental y espiritual. Al principio hay universos completos, pero si fragmentamos ese cuadro, tenemos partes de ese universo. No hay nada accidental.
P: Alrededor de 1960 empieza a trabajar con colores oro y plata ¿Qué significado tienen?
R: Yo pensaba que si en el universo no hay atmósfera, los colores tienen que ser metálicos, partiendo de la base que sólo se habían aplicado estos para expresar una idea de riqueza, como en los altares, a mi se me ocurrió decir: si el universo no tiene atmósfera, no tiene porque tener colorines. Voy a introducir lo que supone metal-metal, como color.
P: ¿No quiere decir que el color lo haga con metales?
R: No, por favor, solo empleo materiales puros, materiales pictóricos. Hemos quedado en que yo me hago los colores, todos los colores vienen de lo mismo, en el año 1950 o en 1990.
P: Su cocina es un secreto muy bien guardado.
R: No, no, no… hace falta saber y para saber hace falta investigar y para investigar hace falta tiempo y paciencia, y es una labor que a los pintores no les importa demasiado, si no hacer la obra rápida. A mí, al contrario, lo mío es lento. La época dorada es un momento que supone un impacto en todo el mundo, comienza en la segunda bienal de París[ii] y allí, es una sorpresa que un artista pinte con colores metálicos. Esto luego trasciende a todos los ámbitos, se emplea en decoración, en coches, ropas… Pero hasta entonces a nadie se le había ocurrido, emplear los colores metálicos como color.
P: Estos colores representan muy bien los cuerpos celestes.
R: No tiene porqué, yo pinto la energía y la materia, no los planeticas. Yo pinto desde un principio la materia y la energía, pero no materia física, no serrín y basura en un cuadro, la materia como esencia. La energía existe, la materia existe, pero ¿dónde existe? Existe en el microcosmos, en todas las partes. Mis cuadros son muy acabados, muy refinados, yo no he hecho nunca arte póvera, eso es posterior claro, y no tiene nada que ver.
P: En 1970 hace ya la primera exposición con luces externas al cuadro, con luz negra. ¿Cómo surge?
R: La etapa dorada ya estaba saturada, necesitaba un cambio. Es una aportación nueva a la pintura, mi idea era ver que tipo de luz podía completar los cuadros, complementarlos, y entre todas ellas, apareció esa luz negra.
P: Para la primera exposición con luz negra que hizo en Madrid en 1970, creo que tuvo que traerlas de Nueva York.
R: La aportación de la luz negra ya la había hecho en Nueva York[iii], en ese mismo año. Así como en todas las épocas anteriores, la mía se desarrolló en París, París se acabó como mundo del arte y empezó Nueva York, la época de Paris fueron diez años y luego me fui a Nueva York.
P: No obstante, siempre ha querido vivir en Zaragoza.
R: Si, he vivido temporadas fuera pero siempre he tenido mi hogar en Zaragoza.
P: En toda su obra vemos magma, materia, energía, cosmos, agujeros negros…
R: Si, pero yo no trabajo sobre astronomía. Si que en Nueva York[iv] me decían que el arte se había anticipado a la ciencia, porque entonces se empezaba a hablar de agujeros negros. Pero yo no me he inspirado en la astronomía para nada. Lo que yo pinto es pintura-pintura, no pretendo poner ninguna historia, está claro el mensaje, podemos decirlo así, que lo vea quien lo vea, pero existe. La última exposición es en la que más concesiones he hecho, porque tal vez sea la última.
P: Si, porque nunca ha querido hablar de su pintura.
R: No, el que lo vea, que lo vea, y el que no, que no lo vea, lo que de ninguna manera voy a hacer es decir burro con carro lleno de trigo, para que la gente solo lea el título, dar una explicación a lo que no lo tiene, porque la explicación está dentro de cada persona, los sentimientos no son algo que se pueda poner y menos cuando se trata de una historia como es el arte. ¿Que es lo que importa de Velazquez? En su época hay un montón de pintores de gremio que pintan casi tan bien, pero algo tiene Velazquez que los demás no tienen, y eso es algo que no se ha encontrado ayer ni hoy, lo mismo que se encontrará con otros pintores, al Greco, los años que han tardado en encontrarle. Bueno todo esto, a mí me pasa de largo, porque yo ya no lo voy a ver. La chispa está ahí, el que quiera que lo vea y el que no, que se espere, porque el mensaje está claro.
P: Con respecto a los colores si que ha habido variaciones.
R: Si, pero no tanto. Se puede decir que la constante del color se mantiene durante toda mi obra, es la luz la que produce la mutación del color.
P: ¿Como surgió su museo en Utebo?
R: Estaba exponiendo en la sala Luzán[v] y vinieron del Ayuntamiento de Utebo a decirme: nosotros tenemos un edificio y nos gustaría que fuese un Museo para usted. Yo, naturalmente pensé que en toda la vida empiezas a repartir tu obra, a disgregarla, y que era una oportunidad dejar obra fija, 114 cuadros en un edificio para siempre ya. El museo expondrá “x” cuadros y tiene un fondo para el día de mañana, para verlo, para estudiarlo, para disfrutarlo. Porque hay otros artistas de mi generación como Viola, o como Saura, que tienen un montón de cuadros dispersos por todo el mundo y no se puede hacer un estudio completo de toda la obra, puesto que no está reunida. Yo antes de empezar a disgregarla, lo decidí, ya hacía tiempo que estaba en mi pensamiento, me lo ofrecieron y lo acepte.
P: Ha sido muy generoso por su parte.
R: No, generoso hasta cierto punto, no se si he sido generoso, pero es una forma clásica, una forma clara de que mi obra no se disperse. Mi obra está muy extendida pero yo he tenido el humor de conservar cuadros de todas las épocas, ir guardando como una colección privada, y esa colección privada yo ya sabía que iba a ir a un sitio definido. El Ayuntamiento de Zaragoza, no tiene sitio para hacerlo, y me lo ofreció Utebo, y dije bueno, Utebo es ahora esto, pero dentro de diez o veinte años será otra cosa, antes de cuatro días será un barrio de Zaragoza, y el edificio es bonito, y eso fue todo, fue muy sencillo.
P: Una cosa que queda pendiente es el proyecto para la Basílica del Pilar.
R: Si era la Sacristía Mayor con todas sus pechinas, el boceto está en el Cabildo, se había inventado hasta un andamio corrible, pero… se produjo un cambio, y el espónsor que ponía el dinero se arruinó, lo dejamos para más adelante, el Pilar está sin pintar, es muy difícil, y cuando me lo ofrecieron de nuevo ya no tenía ganas, ni estaba en condiciones de salud para hacerlo.
P: ¿Y dirigirlo?
R: La pintura es personal e intransferible, eso no se dirige, no es un partido de fútbol, ni una obra de teatro, esas cosas las hace uno, hay que poner el sentimiento, la idea, el concepto y luego la ejecución, una pincelada es como una firma, irrepetible, cada pincelada es eso, hacer el cuadro hay que hacerlo personalmente, no hay nada ni nadie que lo pueda hacer.
P: Entonces definitivamente ¿hemos perdido la oportunidad de tener frescos suyos en la Basílica del Pilar?
R: Si, totalmente, se perdió en el momento de que no llegó a tiempo, porque yo ya tenía el proyecto, el encargo en firme, aceptado por Bellas Artes, no tenía más que empezar a pintar, fueron las circunstancias, no se pudo hacer por mala suerte. Sin embargo tengo el altar mayor de la iglesia de Fayón[vi], un cuadro de la época dorada. Cuando vino el Arzobispo Morcillo, el día de la inauguración dijo: Lo que ustedes ven aquí es Dios Señor del Universo, no les extrañe este cuadro. Ya había antecedentes, se podía haber hecho lo del Pilar, pero no lo hice, se ha quedado en una simple anécdota, 29 mensos y 9 pechinas, de dos a tres años de trabajo, directamente, nada de cartoncicos, ni telicas pegadas, al temple como Miguel Ángel, con la misma técnica, puesto que la conozco, ya que para inventar una técnica hay que saber todas las demás. Hubiese sido al temple y habría quedado perfecto, para siempre, pero bueno, esto es así.
P: ¿Y sus talleres? ¿Tuvo el estudio de la calle Temple y luego el de la plaza del Pilar?
R: No, tuve otros, uno en la Gran Vía, otro en Miguel de Ara, en este se cayó el tejado a la calle, yo entonces estaba exponiendo en Valencia[vii], en el año 1950, los vecinos, que tenían la llave, me recogieron los cuadros. Otro en Méndez Núñez, y el de la plaza del Pilar cuando volví de Nueva York, hasta hace tres años que no podía subir, eran 116 escaleras, y ahora éste estudio cómodo, burgués, pero cuando uno ya es viejo busca ciertas garantías y comodidades.
P: Vamos a volver a su época de poeta ¿Recitó sus poemas alguna vez? ¿Los publicó?
R: Si, se publicaron dos libros dentro de la Peña Niké, era miembro oficial, fundador junto a Miguel Labordeta y otros más, éramos un montón de señores, pero yo no era poeta, eran todos gente de mucho talento que no se les ha reconocido, a Miguel de vez en cuando, pero a todos los demás no. En mi estudio de la calle Temple destruimos todos los poemas y me nombraron pintor oficial.
P: ¿No se conserva nada de aquello?
R: Nada, ni uno, se hizo un acto de fe reconociéndome que no era un poeta.
P: ¿En que años sería eso?
R: Sobre el año 49 o 50, hay una película sobre Miguel que reproduce todo eso, no se donde parará, que la hizo Emilio Alfaro[viii] hace unos años, hace 20 años o así. Nos reuníamos y hacíamos actos, hacíamos homenajes, en fin cosas. Se decidió por unanimidad la destrucción de las mediocres poesías y la creación del Pintor oficial de la Peña Niké. Fue más tarde, cuando Julio Antonio Gómez El Gordo se puso en el escaparate en que yo estaba exponiendo, no me acuerdo donde: Orús, Pintor oficial de la Peña Niké, Pintor Genial. Nos dábamos muchos homenajes, era lo único que teníamos y nos quedábamos todos tan felices.
NOTAS
[i] Tránsito, Torreón Fortea, 7 de octubre a 22 de noviembre, Zaragoza, 2009.
[ii] Deuxiéme Biennale de París, Musée d’Art Moderne, 1961.
[iii] Raydon Gallery, Nueva York, 1970.
[iv] Nacional Art Galleries of Spain, Nueva York, 1964.
[v] Odisea cósmica, Sala Luzán, Zaragoza, 2002.
[vi] Iglesia de San Juan Evangelista inaugurada en 1971.
[vii] Galería Los Siete, Valencia, 1950.
[viii] El último hombre, 1985.
ORÚS, Desirée (1993): “Los mundos paralelos de Orús” Orús. Antológica 1950-1992, Ayuntamiento de Zaragoza.
María Pilar SANCET BUENO
Miembro de AACA y AECA , Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza Fecha de Entrega: 25/12/2009 Fecha de Admisión: 30/12/2009 << volver ![]() |
|||||||||||||||
![]() |