Manual para comprar arte contemporáneo chino

     China es la nación emergente más importante de la última década. El llamado “planeta China” no solo se ha convertido en una potencia económica, para Occidente, sino que se ha convertido en un gran consumidor. En estos momentos China no sólo explota su patrimonio antiguo sino también reconoce nuevos talentos. Desde la muerte de Mao en el año 1976, pasando por el fin de la Revolución Cultural, las primeras reformas estructurales  del país, no conseguirán aplicarse hasta diez años más tarde. La explosión urbana, el recrecimiento económico y la liberalización del mercado, son las transformaciones que la sociedad china ha ido asumiendo como suyas. Al abordar  el sistema del arte chino, no podemos olvidarnos de acontecimientos como bienales y trienales internacionales, que han creado escenarios donde el arte chino ha tenido éxito tanto del público y mercado. Convirtiendo a China en la segunda potencia mundial del arte por encima de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña

   

 

    El verdadero nacimiento del arte contemporáneo en China comenzará en los ochenta, que estuvo caracterizada por grandes cambios, despersonalización y estandarización cultural, lo que dio pie a un interesante mapa de evolución estética en la Nueva China.  Los nuevos grupos que emergen en esta fase pueden ser divididos en dos tipos: racionalistas y “corriente de la vida”. Las oportunidades de viajar, el acceso a más información, y la posibilidad de comunicarse con el resto del mundo, han dado a algunos artistas, la posibilidad de amplio conocimiento cultural y apertura de mente, de tal forma que, muchas de esas obras, contienen referencias y símbolos que pueden ser entendidos y compartidos con el público “no chino”.

     Toda esta “disgregación” no sirve sino para poner en antecedentes la exposición que por primera vez en España, ha podido verse durante todo el verano en el Palacio de Sástago. “China next door”. Las obras procedentes de la colección de los hermanos Espósito, contiene todos los ingredientes de las corrientes actuales, el arte urbano de grandes formatos que convive con  las técnicas tradicionales narrativas así como la fotografía digital. Pudimos ver a través del lenguaje pop de los Luo Brothers una fusión de elementos extraídos  de la iconografía tradicional  china y de los típicos emblemas de la moderna civilización consumista occidental. El arte tradicional chino se completa con la representación de la vida cotidiana mostrada por Ma Liuming. Sus instantáneas surgen de performances en las que él mismo actúa como protagonista. Pero sin duda las piezas más importantes, son en este caso las que se encuentran al final de la exposición, el último bloque, dedicado al pop art.

     

 

    Cuando hablamos de este periodo artístico, indudablemente nos viene a la cabeza la figura de Warhol, que aparece bien representado con una colección de  retratos de Mao, así como el último “Warhol” conocido, que es el retrato del propio coleccionista, que cierra de esta manera una muestra que si bien tenía calidad suficiente para haber sido visitada por mucha más gente, de la que la vio,  también tendría que haber sido mucho más difundida por los medios de comunicación. No habiendo sido, a nuestro juicio, el periodo veraniego, el mejor para haber sido expuesta.