Lagunas, buscador de la autenticidad

 

Hoy en día, es conocido por todos, el papel transcendental que Santiago Lagunas tuvo tanto para el arte aragonés de la segunda mitad del siglo XX, como para la historia del arte abstracto español, por su contribución, como integrante del  Grupo Pórtico, formado por  Fermín Aguayo y Eloy Laguardia, en la recuperación de los lenguajes de vanguardia. Su lucha por la libertad creativa de su lenguaje plástico, ocupa dos grandes periodos. El primero va desde 1948 a 1952, donde su obra está compuesta principalmente por triángulos o rectángulos, con bordes negros. Mientras que   el segundo periodo, que va desde 1974, hasta su muerte en 1995, dónde los  trazos se volverán más anchos, y  los colores primarios tendrán más cabida verde, amarillos luminosos o rojos ardientes.  

El título de la muestra que tenemos la oportunidad de ver en el Palacio de Sástago,  vuelo alto y profundo, hace referencia al poemario de San Juan de la Cruz, una de las lecturas predilectas de Lagunas. No se trata de una exposición antológica, pues se ha prescindido de la obra más importante, que se encuentra fundamentalmente en colecciones públicas, para mostrarnos otra más “familiar”, entiéndase como obra menos conocida, y en algunos casos, inédita. Como es el caso de  las tres obras de los años 50, que se encuentran en la sala de los arcos, del Palacio de Sástago,  que el autor había expuesto en París, y que no le fueron devueltas. Cantico de Navidad, Primera comunión y El vendedor de molinillos, obras que según la comisaria de la muestra, Lola Durán, aparecieron en San Sebastián, en manos de un particular, quién las había adquirido. En una de las salas laterales, no  sólo de muestra al artista, sino al hombre familiar que era, de ahí que la sala esté compuesta casi en exclusiva por retratos familiares y varios autorretratos. Entre la obra figurativa que aparece a continuación, destacaremos la obra titulada Caléndulas (1944), obra casi impresionista, que se encuentra en la colección de las hijas del artista. Cabe destacar, de las salas de la planta calle,  el espacio dedicado a la cerámica diseñada y pintada, en muchos casos, por el propio artista para edificios dispares de Zaragoza. Algunos de ellos muy conocidos como el Cine Dorado, otros menos como es el caso del Ayuntamiento de Quinto de Ebro. De la segunda parte de la muestra, titulada “Abstracción. Estructura y organicismo”, destacaremos las obras Bodegón con peces (1948) y Alegría del mar (1949), obras de fuertes colores, que esconden cuadrículas organizadas y estructuras geométricas.

En la planta superior, se nos muestra el tercer y último periodo de la muestra. Titulado “Delimitando el espacio”. Quizás la parte de la exposición más pobre en cuanto a calidad, donde quizás solo cabe destacar la obra Sinfonía azul (1983), obra procedente de la colección de la Diputación Provincial de Zaragoza

Un pintor nace, se hace y se expande. Decía Lagunas: “Todo lo que es arte y por tanto pintura, es ante todo emoción y tiene la emoción como base”. Esta muestra, es un buen ejemplo

 

Santiago Lagunas. Vuelo alto y profundo

Palacio de Sástago. Diputación Provincial de Zaragoza

03/10/2013- 05/01/2014