La importancia del retrato en el arte de hoy

Desde  Plinio el Viejo, en su Historia Natural refiriéndose a aquellos que sabían adivinar el porvenir por el rostro, pasando por  Novalis, el poeta romántico que  en su cuaderno de notas para una enciclopedia que nunca llegó a escribir, se preguntaba: “¿Era Rafael un pintor de almas?”. Con esta pregunta-afirmación, el autor opina que lo importante de un retrato no era sólo el parecido, sino el llegar ha transmitir el secreto de ese individuo a través de su apariencia física. Otro gran retratista de la época, Delacroix, decía: “la posibilidad de plasmar en el lienzo ese soplo, esa nada, ese todo que es el alma”. Existen variadas tipologías de retratos, ya sea el retrato por encargo, con destino a los nobles o burgueses cómo los modernos, es necesario establecer la disparidad que existe entre el retrato de una persona viva que posa para un pintor, o el retrato imaginario de una persona desaparecida y sobre la cual no se conserva ningún dato, recurriendo el artista, a la imaginación, y al recuerdo de sus parientes y amigos más cercanos. En lo que atañe a España, pintores cómo Sánchez Cotán, Zurbarán, cuyas figuras humanas y los objetos adquieren una presencia pictórica, individualizada y plástica, dentro de un tiempo echo eterno. Otros artistas cómo Velázquez, con su línea pictórica luminosa, Sorolla, Casas o Vázquez Díaz, autores de magnificas series de retratos.
  Recordemos que el arte en su esencia, tiende a hacer inmortal lo fugaz y lo transitorio, fijando de manera definitiva y para siempre la imagen de lo existente, no es de extrañar, por tanto, que dentro de la tradicional jerarquía de los géneros artísticos, el retrato haya ocupado un puesto relevante y de primerísimo orden. Un extracto de todo esto veremos en la exposición del gaditano Hernán Cortés. Los retratos expuestos, llevados a cabo tras un proceso intelectual y cultural, y una profunda transformación con el mundo del arte, la literatura y el pensamiento filosófico. Así, a lo largo de la exposición, podremos ver una evolución en los retratos, primero las personas de su entorno natural y familiar, luego, irán pasando ante su paleta personajes tan complejos y ricos de contenido intelectual cómo los poetas, caso de Jorgen Guillén, o los dos grafitos sobre pluma de la poderosa cabeza de Rafael Alberti. Posterior será la galería de retratos formada por escritores, sabios, profesores universitarios, historiadores, políticos, empresarios y personajes notables, tanto masculinos cómo femeninos. Todos estos retratos, despiertan interés en el espectador, no sólo por el valor artístico, innegable que tiene el retrato, sino, porque saca lo más humano que hay en cada retratado, invitándonos a una especie de diálogo mudo entre el retratado y el visitante, por el cual nos acercamos a la manera no sólo de ser y su posible carácter, sino su manera de pensar y sentir. La mayoría de los personajes aquí retratados, son conocidos por el gran público, pero el interlocutor que entre en este mundo, deberá hacerlo con una mirada abierta, fijándose en las posturas, en los gestos, en los rasgos relajados o tensos, en las posiciones de las manos, en la posición sedente, decidida o cansina del retratado, en la luz que les ilumina y la posición que ocupan en el cuadro. La modernidad con que están hechos estos retratos, no nos es lejana a la de los primeros planos cinematográficos, cómo ejemplo claro de una secuencia fílmica de un instante privilegiado. Pero no sólo retratos veremos en esta exposición, aunque en menor número, nos percataremos de la existencia de bodegones, un plato de manzanas, unos instrumentos musicales o una herramienta de carpintería,    paisajes urbanos de Cádiz, el puente sobre la bahía, el puerto, el faro do Roncudo,  las ráfagas de viento marino sobre una palmera o la luz diurna o nocturna de una farola son captadas con toda su fuerza, intensidad y matices. En una época de gentes sin atributo y dominio de las masas, que un artista de reconocimiento internacional se haya centrado en un género que, cómo hemos visto ya, desde finales del siglo XV hasta nuestros días, no ha dejado de producir obras maestras, es todo un muestrario de sensibilidad y pureza hacia el ser humano.
 
 
 
 
PARA SABER MÁS:
Cortés. El retrato como opción estética
8/05-21/ 06/09
IberCaja Patio de la Infanta.San Ignacio de Loyola, 16
 HORARIOS: De lunes a viernes, de 18 a 21 horas.
                      Sábados, de 11 a 14 y de 18 a 21.
                      Domingos y festivos, de 11 a 14 horas