La cultura zaragozana a través de sus movimientos sociales

Zaragoza, la ciudad milenaria, que ha mirado al pasado tantas veces, escenario de luchas, de resistencia..etc… En ese decorado que es la ciudad en sí misma, donde las marcas de la memoria quedan patentes en cada una de sus esquinas. Memorias pues, que han de cartografiarse. De eso va este libro, de las vivencias que hombres y mujeres, que fueron motores de esta ciudad del cierzo en el último cuarto del siglo XX. No olvidemos que las ciudades son modificadas por sus ciudadanos, ya sean desde el lado del poder, o de los movimientos sociales. Las personas que aquí han escrito, han mostrado sus reflexiones, sobre un momento y una situación muy dispar a la que ahora nos encontramos, y aunque, este no es un libro de historia, evidentemente, interpreta la historia pasada.  Esta “guía de campo”, se ha dividido en dos partes espacial y temática. El capitulo espacial aparecen los barrios concretos, comenzando en el sur de Torrero y acabando en el centro tradicional de la ciudad. Dentro de este gran capitulo, se encuentra el temático, donde se tocan temas que van  desde el antimilitarismo, pasando por la cultura, educación, feminismo y los distintos movimientos sociales.
   Cómo esta es una revista de arte, nos centraremos en el capitulo acorde con la revista. La puritana, casposa, gris y triste Zaragoza de los setenta del pasado siglo XX, nada tiene que ver con la actual, en lo que a artes plásticas se refiere, se recuerda a lo largo de estas páginas la Asamblea de Cultura Aragonesa, creada en 1973, integrada por actores, cantantes, periodistas artistas…etc… dentro de esta figuraba el Colectivo de Artistas Plásticos de Zaragoza, integrada por entonces por los artistas: Sergio Abraín, José Luis Cano, Rubén Enciso, Carmen Estella, Enrique Larroy, Eduardo Salavera, José Luis Tomás, Mariano Viejo. Con este afán asociativo, nacerá la Asociación de Artistas Plásticos Goya-Aragón, bajo la presidencia del escultor Francisco Rallo Lahoz, 1981-1991, donde, entre otras cosas, defenderán a ultranza la lonja cómo espacio expositivo, o el análisis y la complejidad de la difícil situación del artista. Por otro lado, en la Escuela de Artes y oficios, gran parte del profesorado fiel a un sistema de enseñanza absolutamente decimonónico con registros muy cercanos a la Falange, dejaban la responsabilidad de la formación de futuros artistas a unos jóvenes “penenes” (profesor no numerado). Afortunadamente, de ahí salieron formaciones de artistas tan interesantes cómo el llamado Grupo Forma, integrado por Manuel Marteles, Paco Rallo, Fernando Cortés, Joaquín Jimeno y Paco Simón. Por aquel entonces el arte como medio de formación y participación colectiva, transformación y mejora del entorno, eran principios que se llevaban a cabo a través de pegatinas, carteles, folletos o murales, cómo los realizados en las tapias del campo de fútbol “La Camisera”, en el Barrio Oliver, por el Colectivo Plástico de Zaragoza, o la utilización de la Plaza Santa Cruz, como un centro de arte para organizar a través de un grupo de artistas happenings y performances.
  
 
 
   Una generación de hombres y mujeres experimental, transgresora y fronteriza, en la que participaron muchos artistas, que, como el resto de esa generación, luchó por su ideales y libertades, conservando un compromiso común, hacer pensar a la gente, impregnando su obra con arrolladora personalidad.
 
 
FICHA:
Zaragoza Rebelde
VV.AA
Colectivo Zaragoza Rebelde. 2009
VVAA: Zaragoza Rebelde, Zaragoza, 2009

Número 7

Junio 2009
José Antonio VAL LISA
Miembro del consejo de redacción de AACADigital
Fecha de recepción: 31/5/09
Fecha de aceptación: 31/5/09
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