En el bar La Pequeña Europa, del 5 de septiembre al 4 de octubre, la conocida escultora Débora Quelle inauguró su exposición individual con 14 linografías en blanco y negro y en color, todas realizadas entre 2010 y 2011. Obras, tal como nos indicó la artista, que son interpretaciones de las esculturas. Por tanto, el volumen rotundo y cambiante sobre superficie plana, lo cual significa que refleja la cara de varias esculturas pero disociada de éstas. Hay excepciones. En linografías como Dedo-Caracol IV y Dedo-Caracol Partido, estamos ante el caracol como protagonista según hiciera en sus esculturas, así como en Abismo-Domus donde también se detecta el matiz escultórico. Cabe añadir que los títulos corresponden a sus esculturas.
Las restantes linografías, como la serie Tramas, emergen de sus esculturas abstractas geométricas, la última línea artística dominante que consideramos excepcional, de ahí el predominio del plano y la geometría, que cruza por doquier en cada obra para generar un fascinante ritmo formal con diferente intensidad o marcada quietud. Estamos ante un seductor entramado que regula para crear el ámbito de la profundidad insondable.
En el Espacio Adolfo Domínguez, desde el 12 de septiembre, se inauguró la exposición con esculturas de Juan Carlos Laporta y obras sobre papel de la pintora Carmen Casas.
Las esculturas de Juan Carlos Laporta siguen la línea que vimos en una exposición colectiva inaugurada en la Asociación de Artistas Plásticos Goya-Aragón. Son obras de gran tamaño hechas con fragmentos de madera que ensambla. El resultado produce un énfasis algo excesivo, como si forzara la composición al estar muy recargada. A destacar dos esculturas que son paletas de frontón ejerciendo de original soporte con incorporación de elementos escultóricos.
Carmen Casas presenta numerosas obras sobre papel equivalentes a cuadros, por supuesto si consideramos su estructura general y enfoque del medido y exquisito color. Obras muy refinadas que definimos como de gran nivel artístico.