En la galería Pilar Ginés, 20 de septiembre a 28 de octubre, se inaugura la exhibición Agua con 12 obras pintadas entre 2011 y 2012. De Sánchez Viñuales, Cartagena (Murcia), 1968, con residencia en Zaragoza desde los dos años, me gusta incluso su sinceridad. Cuando otros artistas de largo nivel ocultan sus orígenes expositivos, de absoluta importancia para cualquier historiador, esta pintora incorpora en el historial que su primera exposición fue, el año 1989, en el zaragozano café Mañana. Como debe ser.
Sus cuadros, vistos en conjunto, obedecen a una meditada intencionalidad arropada por ese natural impulso expresivo de muy variada potencia en cada obra. El abarcador colorido, desde los suaves a los dominantes y poderosos negros, sirve para crear cambiantes atmósferas según el tema. Aunque tenga algunos paisajes que no acaban de convencer, incluso lejos de los restantes, puede afirmarse que las demás obras adquieren más que suficiente solidez. Paisajes de total soltura, mediante dispares planos, que combina con toques expresionistas verticales a la base y fuera de la realidad para contribuir a una especial e intrigante atmósfera. Entre los de máxima entidad tenemos el paisaje en gradaciones que genera un muy sugestivo espacio alterado por temblorosos bastoncillos verticales y paralelos a la base. A destacar también las dos abstracciones expresionistas con el negro dominante. No podemos indicar que dirección tomará, pero ambas propuestas, paisaje y abstracción, se combinan sin problemas.
Buena pintora, artista, que debe hacer una coherente selección, pues lo muy válido se daña ante paisajes comerciales de gran simplicidad.