Fotografías de Andrés Ferrer

               
 
Bajo el aclarador título Andrés Ferrer. De lo observado, se inauguró esta exposición, en el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña, el 31 de marzo de 2009. Presentación de Arturo Aliaga López, Consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, y muy breves textos del Andrés Ferrer y Fernando Sanmartín, con lo cual dejan que las fotografías sean, en realidad, los únicos protagonistas. Texto de Andrés Ferrer, no obstante, para aclarar con majeza que tiene unas pequeñas cajas de cartón con parte de su vida. En una pone varios, que son las fotografías heterogéneas, eclécticas, es decir, una parte de los negativos sacados para la presente exposición, en la que se vislumbra que las fotografías comprenden temas muy variados, como consecuencia de diversos viajes realizados entre 1994 y 2008.
En el conjunto de las fotografías existe como tema en común lo ya indicado, es decir, la consecuencia de diversos viajes. Pero hay otros rasgos. Todas las fotografías son en blanco y negro, no existe presencia humana directa y se llega a la conclusión, ya conocida, sobre su irresistible atracción por la arquitectura, ni digamos por el paisaje. También cabe añadir cómo de un detalle, en apariencia superfluo, emerge una obra de arte. Para concluir, cualquier interesado por la fotografía podrá comprobar lo que señalamos en otras ocasiones como una constante en su obra. Andrés Ferrer vive obsesionado, como gran cualidad, por la geometría, de manera que cada fotografía es una perfecta e intachable composición gracias al juego geométrico que lo regulariza todo sin pérdida de creatividad. Se observa, por tanto, que siempre existe una línea paralela al soporte en un lado a definir, que la distancia con un tema específico queda compensada por la base por el enfoque de la cámara o que la línea oculta regulariza el conjunto de la fotografía. Y esto se produce en sitios muy dispares. Nada, pero nada, se escapa a esta distinción, punto más que trascendente para captar las fotografías de Andrés Ferrer. A partir de aquí puede hablarse de arte en estado puro sin adherencias, de múltiples sensaciones, de obras en apariencia inacabadas que debe completar el espectador, de juegos de luces y sombras, de quietud radical, de geometría interna acompañada por geometría externa por tema, de lo intrascendente transformado en arte.
 
 
 
 
 
 
De lo observado, Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña

Número 7

Junio 2009
Manuel PÉREZ-LIZANO
Miembro de AACA
Fecha de recepción: 25/5/09
Fecha de aceptación: 27/5/09
image_pdfimage_print